𝕄𝕠𝕠𝕟 𝕃𝕠𝕧𝕖𝕣𝕤: 𝕊𝕔𝕒𝕣𝕝𝕖𝕥 ℍ𝕖𝕒𝕣𝕥 ℝ𝕪𝕖𝕠 (Adaptación) 2°Temporada

◀Capítulo 9▶

Mini Maratón
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Narrador:

Young Mi estaba en shock por las palabras de So. De alguna manera inconsciente, So se sentía atraído por la chica sin haberla conocido previamente. Aunque el no recordaba su vida anterior.

Ambos estaban mirándose, el coraje que Young Mi sentía se estaba esfumando. Fue un instante para que ambos sintieran sus corazones latir. Young Mi anhelaba estar con So, el único hombre a quien ella amaba profundamente.

––Veo que ya se conocieron ––la voz de él padre de Young Mi hizo que saliera de ese trance.

––Padre, ¿has terminado? ––dijo Young Mi soltandose de So y tratando de sonar natural.

––Si, solo han sido un par de cosas ––decía el Señor Kang restandole importancia–– Por cierto, he invitado a Madame Lee mañana a la casa, espero también contar con tu presencia So y acompañes a tu madre.

—Agradezco su invitación ––dijo So mientras hacía una reverencia–– Claro que iré, con mucho gusto ––decía mientras miraba fijamente a Young Mi.

—Noona, me esta dando dolor de cabeza solo con verte ––decía Baek Ah volviendo a su lectura.

––¿Te ocurre algo, Noona? ––Eun estaba acostado en el sofá jugando en su celular.

—¿Eh? ––Young Mi se encontraba inquieta, dando vueltas por toda la sala. 

Se sentía como una adolescente enamorada que vería nuevamente al chico de sus sueños. Y como no estarlo, si el único hombre que logró hacerla sentir un amor tan intenso, estaría ahí en menos de treinta minutos. So lo fue todo para ella en Goryeo, a pesar de que el se comportaba como un cretino en esta época, ella lo seguía amando.

—Que bueno que están listos ––decía Madame Kang al ver que sus tres hijos estaban en la sala–– Debo recordarles que la cena de hoy es muy importante, en especial tu, Eun-ee ––decía viendo al nombrado que todavía seguía metido en su juego.

––¿Yo? ––decía Eun despegando su vista de el celular pero aún acostado en el sofa–– Yo no he hecho nada, Omma.

—Tirar el jugo encima de el inversionista de tu padre hace unos meses, ¿es no hacer nada? ––Eun agarró un cojín y cubría su cabeza, mientras Baek Ah y Young Mi se divertían al ver a su pequeño hermano siendo reprendido.

—Solo fue un poco ––decía Eun hablando bajito–– Además, Soon Deok tuvo la culpa, ––dijo Eun sentándose en el sofá y haciendo un puchero–– si ella no me hubiera molestado, yo no la hubiera perseguido y tampoco habría mojado al Señor Park.

—Aigooo ––suspiro cansada Madame Kang al ver como era su pequeño Eun.

—Si, pero solo a ti te ocurren esas cosas, eres demasiado distraído como para notar que Soon Deok esta enamorada de ti —decía Baek Ah riéndose de su hermano.

—¿QUÉ? E-Eso no es cierto... esa chica no me gusta, además... es demasiado ruda para mi gusto ––Eun se ponía nervioso cuando hablaban sobre ese tema, aunque no le gustaba ser molestado por la chica, muy en el fondo extrañaba su ausencia y el hecho de que ella lo estuviera rondando incluso en el colegio.

—Ay pequeño Eun, algún día creceras y te darás cuenta de lo hermosa que es Soon Deok —decía Young Mi agarrando las mejillas de su Dongsaeng, recordando aquel 10° Príncipe inocente que se negaba a casarse con Soon Deok, pero que terminó amando a su esposa y siendo felices.

La cena transcurrió de manera incómoda para Young Mi, tanto Han So como Yo Hae, no dejaban de mirarla. Y estar en la misma mesa con la mujer que en su vida anterior le hizo la vida imposible a su madre, no lo hacía más agradable.

Se excusó con atender una llamada y así salir un momento al jardín. Los recuerdos de Goryeo se hicieron más presentes en ese momento. Sentía la necesidad de estar junto a So, abrazarlo, decirle que lo amaba y besarlo. Ese último pensamiento hizo sonrojar a Young Mi.

—¿Ya te aburriste? —Young Mi volteo y vio que So se acercaba a ella con su sonrisa que lo caracterizaba.

—Solo quería aire fresco —Young Mi volvió la mirada a los rosales al ver que So se paró junto a ella.

—Es muy hermoso este lugar. Veo que a Madame Kang le gusta mucho las rosas —decía So tratando de hallar un tema de conversación.

—Si, mi madre ama su jardín y cuida muy bien de él.

—¿A ti también te gusta cultivar flores?

—¿Yo? Soy pésima para eso. Me gusta admirar la belleza de un jardín, pero tal vez no tengo la dedicación para cuidar de una flor. Con decirte que si llego a tener un cactus, este morirá de deshidratación —So sonrío ante el comentario de Young Mi, a lo cual ella lo imitó.

—Tienes una hermosa sonrisa —dijo So mirando fijamente a Young Mi— Me encanta ver tu sonrisa, estar contigo...

—¿Qué? —Young Mi no sabía que decir ante tal comentario de So.

—Creerás que soy un atrevido, pero estar contigo me hace sentir en paz. Una paz que no había sentido hace tiempo... es como si hubiera estado buscando algo desesperadamente y ahora he encontrado lo que tanto anhele... —So no sabía como explicar lo que sentía.

Hace tiempo que el no se sentía así, de hecho nunca había sentido ese anhelo por ver a una chica. Pero desde que vio a Young Mi, sentía que ella era algo especial, y que no debía dejarla ir. Sin importar si su hermano salía con ella.

So miraba a Young Mi, quien estaba tratando de procesar aquella confesión. Probablemente So no sabía que la conoció en Goryeo, pero si había una remota posibilidad de que el sintiera algo por ella, Young Mi haría todo lo posible por estar con el.

De pronto, So no aguanto las ganas de besar a Young Mi, se acercó a ella uniendo sus labios de una manera tierna y a la vez demandante. Young Mi estaba sorprendida por el beso, pero se dejó llevar cerrando sus ojos y rodeando el cuello de So con sus brazos. Al sentir So que Young Mi correspondía el beso, se aferró a su cintura y uniendo sus cuerpos.

—Esto... es muestra que quiero ser el único hombre en tu vida —decía So aún con la respiración entre cortada.