Habían pasado dos semanas desde que había llegado a esa escuela, a esa infernal escuela. Tal vez no era una gran secundaria como las que salen en las películas, donde tienes compañeros de mente abierta, los cuales te respetan y no te agreden solo por ser homosexual o tener actitudes "femeninas", por supuesto que este no era su caso, ni jamás lo sería. De todas maneras, era demasiado inocente para verlo.
Un grupo del otro sexto año empezaron a burlarse constantemente de él a los dos días de comenzar, lo empujaban o robaban su comida, lo golpeaban dejándole limitadas marcas en su pecho, abdomen o piernas, nada que sea visble, no eran idiotas.
El viernes prefirió pasar por el comedor para ir al baño, no fue buena idea, Min al parecer no estaba de humor, vertió su café helado en su pelo, él le había dicho lo siguiente.
《Tu cabeza necesita un color más oscuro》.
El menor le respondió que no, le gustaba el rosa, su mamá una vez le dijo de pequeño que le quedaría bonito y así lo hizo. Entre sonrisas el mayor dejó caer el líquido sobre el jóven, todos estallaron en risas, aquel se fue al baño después de disculparse repetidas veces. El de tez pálida le repitió miles de veces en el día lo torpe que era.
Decidió dejarlo pasar, realmente no sintió nada, solo extrañez. Era lunes nuevamente. Jamás le guardaba rencor a los demás, es decir, el creía que lo hacían por accidente, sin segundas intenciones. No sabía en donde se habia metido.
Por más mala que se viera su situación, por lo menos hablaba normalmente con alguien, ese chico, Taehyung. Él venía todos los recreos para abrazarlo o hablar y luego marcharse corriendo para ver al chico que el llamaba su esposo aún no esposo, fingía risas para hacer sentir mejor al chico.
No obstante, siempre tenía que aparecer Min destructivo Yoongi a sacarlo a patadas, mientras el moreno miraba al de manos venosas con tristeza por tratarlo así, y cuando éste se iba ㅡTaehyungㅡ, comenzaba con los insultos para él. Supuso que a cualquiera le lastimaría un mal trato, menos a él, por supuesto, y mucho menos si venía de el que le llamaba la atención completamente.
Jamás se detuvo a escucharlo, sólo le sonreía, tal vez así pararía, eso hacían los demás, cuando su noona lo regañaba, le sonreía y todo mejoraba. Pero lo que no sabía es que eso le enojaba aún más, y terminaba violentandolo, tiraba sus cosas, rompía sus hojas, sus lápices, le corría la silla al sentarse, vertía comida o bebidas pegajosas sobre él, lo empujaba todo el tiempo. Obviamente no podían faltar los insultos sobre su peso.
Le respondía que tenía razón en todo, que no se preocupara, ya estaba acostumbrado hace años. Cuando decía eso, Yoongi lo atacaba aún más, realmente le fastidiaba lo que hacía, contando relatos así. No obstante, el de hebras rubias le cortaba para volverlo a insultar con más enojo y rara sensación de disgusto en la boca.
Ahora se encontraban en biblioteca, con un trabajo en grupo, el profesor de Sociología creía que el pálido era un gran amigo del menor, por eso le pareció correcto colocarlos juntos. Eran al rededor de las seis de la tarde y ya estaba oscureciendo, el mayor se apuraba demasiado en terminar su parte, le incomodaba la compañía del otro. Para su mala suerte, ambos terminaron al mismo tiempo, se dirigieron hacia la salida con sus mochilas en hombros, cierto rubio apuraba el paso, quería llegar a su casa pronto, ambos quedaron esperando sus respectivos coches, o eso creyó el pálido que hacía Jimin.
El pequeño sacó una caja pequeña de su bolsillo delantero, su acompañante escuchó el ruido de un encendedor, se alarmó y levantó la vista. Jamás se esperó que aquel niño mimado de mamá fumara tabaco, le desagradó la idea completamente. Aquél notó la mirada expectante y le acercó el cigarrillo.
ㅡ¿Quieres?... lo siento por no preguntar antes...ㅡ. Dijo, mientras expulsaba todo el humo. El pálido negó frenéticamente.
ㅡ¡¿Qué mierda haces?!. ㅡtiró de su mano el cigarrillo y lo pisó con odio. ㅡ¡Eres un inútil para todo Park! ㅡacotó enojadoㅡ.
Lo ignoró y tomó el mismo cigarro, lo prendió y tomó una bocanada, se le había vuelto un vicio cuando ella falleció. El pálido lo miró indignado, lo estaba desobedeciendo. Tomó la cajetilla de su bolsillo y lo arrojó a la calle. Jimin entró en pánico y quiso agarrarlo. Era el único sentimiento que seguía vigente, su psiquiatra le repetía siempre que era un mal vicio, pero él, cegado le repetía que lo tenía controlado. O eso creía.
Yoongi se extrañó cuando vio a Jimin frenar de golpe antes de siquiera poner un pie en la calle, venía un auto a una velocidad extrema y peligrosa. Empezó a retroceder algo aturdido, el mayor lo sostuvo por detrás antes de que cayera. Lo soltó de golpe refunfuñando, el menor sintió el frío suelo con su trasero, al caer volvió a la realidad. Se levantó con torpeza.
ㅡNo quiero que fumes nunca más esa mierda cerca mioㅡ. Enfatizó con odio. ㅡ¿Me oiste, idiota?ㅡ. Escupió con rencor y lo empujó por el pecho, cayó sentado en una banca. Jimin se sorprendió.
El pelirosa después de estar muchos minutos en silencio incómodo pudo tomar la cajetilla y guardarla en su mochila, no volvería a fumar frente a él, por respeto, y porque le importaba, raramente nunca sentía lástima con personas de su círculo social, este no fue el caso, extrañamente. Antes de comenzar a caminar hasta el hotel, tocó un hombro del pálido, le dijo gracias con una sonrisa que hacía sus ojos cerrarse. Se dio la vuelta, cruzó de vereda, dobló en la esquina y desapareció de su vista.
Min quedó estático, se sonrojó por enojo, maldijo mientras refunfuñaba. ¿Qué se creía para tratarlo tan dulcemente?, por más que intentara distanciarlo con su cloaca verbal, el niño, cada vez se acercaba más. Cada día intentado ser su amigo, o eso le preguntaba todas las mañanas al verlo.
Con su voz aguda y dulce a la vez, sin llegar a ser molesta, se sentaba a su lado preguntándole entusiasmado.
《¡Buen dia, Yoongi Hyung!. ¿Cambió de opinión y ya quiere ser mi amigo?》.
Y aquél le respondía todos los días lo mismo, secamente con un tono frío, y rasposo, por recién levantarse.
《 No, Jimin. No cambié de opinión, ni lo haré, déjame dormir》.
Se quedó esperando la limusina mientras pensaba en aquello.
Jimin llegó al hotel algo cansado, fue un día pesado, en el camino se terminó media cajetilla de cigarros, mientras caminaba rumbo a su destino, pasó por un negocio para comprar unos nuevos, eran mentolados, jamás le gustaron otros. Saludó al joven que siempre le ayudaba en la puerta al entrar, subió hasta la planta tres por las escaleras.
Una vez en la puerta apoyó la tarjeta dorada en el identificador, dejando sonar un ruido de acceso. Se adentró en la habitación tirando su mochila en el suelo. Se acostó en su cama intranquilo, pensó en lo que había hecho, tal vez mañana Yoongi lo maltrataria, pero vamos, no le importaba en lo mínimo, con tal de ver su sonrisa ladeada, ese chico era demasiado malhumorado.
Tal vez se excedió al tirarle sus cigarrillos, pero su inocencia siempre ignoraba los gestos malignos del otro.
Mañana sería otro día.

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Desequilibrio Amoroso [yoonmin]
FanfictieMin Yoongi, era el chico con apariencia delicada pero, con la personalidad de un demonio. Su sonrisa podía llevarte hasta al cielo, pero al abrir su boca te dejaba caer de golpe, sufriendo y llorando en el transcurso Park Jimin, era el pequeño adole...