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ㅡSabandija, estoy almorzando, no interrumpasㅡ. Habló después de tragar la deliciosa tarta.

ㅡLo sé, Yoongi Hyungㅡ. Puchereó el menor a su lado, sin embargo, siguió insistiendo. ㅡPero, realmente debemos hacerlo juntos.

ㅡNo y tampoco quiero, sabandijaㅡ. Sonrió con burla.

ㅡHyung, deje de sonreir de esa manera, sé que no lo hace por alegria y eso me hace sentir... desagradableㅡ. El pálido ensanchó su sonrisa mientras veía lo patético y penoso que podía sonar el pequeño. ㅡDe todas maneras, debemos hacer éste trabajo trimestral para los primeros días del siguiente mes.

ㅡYa he dicho mi última palabra, sabandija. No, y menos si es contigoㅡ. Decretó secamente, odiaba lo inocente que podía llegar a ser Jimin, nunca entendía sus gestos para que se alejara.

ㅡNo tengo con quién hacerlo, además sospecho que no le agrado a nuestros compañerosㅡ. Dijo en conclusión de sus observaciones.

ㅡ¿En serio?ㅡ. Tomó una respiración profunda intentando no ser tan cruel, su madre estaba merodeando por los pasillos, era su día de descanso. ㅡDescubriste América, pequeña sabandijaㅡ. Jimin vio directamente los ojos del mayor, en ningún momento le quitó la mirada, sintió algo extraño... era agradable, como cuando de niño estaba triste y su Noona le regalaba helado.

El pálido carraspeó algo nervioso, el de hebras rosadas portaba mucha intensidad, a veces era demasiado meloso dándole abrazos y cosas así, en esos momentos el mayor intentaba escapar a toda costa de aquellos instantes incómodos. Por lo menos, para él era así.

ㅡHyung, si aceptas...ㅡ. Se quedó pensando fijando su mirada en el contrario aún. ㅡHaré lo que me pidaㅡ. El contrario analizó las palabras en orden, esto podría servirle de alguna manera.

ㅡSabandija, al parecer, no eres tan iluso como creoㅡ. Acotó riendo. ㅡDe acuerdo, lo haré  contigoㅡ. Aceptó finalmente mientras le daba escalofríos al notar lo mal que sonoba aquello.

Jimin saltó de alegria mientras se lanzaba al mayor abrazandolo y agradeciendole repetidas veces. Min lo empujó algo aturdido, a veces el menor, podía llegar a ser un tanto brusco. Lo miró reprendedoramente y se alejó.

ㅡHabrán reglas y condicionesㅡ. Aquél de tez un poco tostada asintió frenéticamente mientras sonreía. ㅡPrimero, si quieres mi participación, nada de abrazos, ni esos cariñitos raros que haces, lo aborrezco completamente, sabandija.

ㅡ¿Sin abrazos?...ㅡ. Bajó la mirada puchereando, segundo después asintió.

ㅡSegundo, no me hablaras en la escuela, lo que necesites lo dirás aquíㅡ. El contrario asintió nuevamente sintiendose algo abatido. ㅡTercero y último, nadie puede saber que estoy haciendo esto...ㅡSeñaló a ambos rápidamente. ㅡO como tú lo llames, queda prohibido, no quiero que me vean contigo.

Jimin volvió a fijar su vista, sonriendo se levantó dispuesto a abrazarle nuevamente, pero cuando estuvo a punto de hacerlo, Yoongi se paró rápidamente, con intenciones de irse. El menor retrocedió abruptamente recordando el trato.

ㅡD-de acuerdoㅡ. Caminó lentamente rozando levemente sin notarlo, sus hombros con los del mayor. ㅡIré a mi habitaciónㅡ. Informó mientras estaba dirigiendose a las escaleras, subió aquellas hasta desaparecer.

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ㅡPark, no puede seguir de esta maneraㅡ. Regañó el profesor. ㅡNo sé qué le imposibilita el entregar los trabajos de mi materia, si me lo explicara, podría llegar a hablarse.

Jimin se encontraba siendo reprendido en su aula, le habían llamado una vez las clases terminaron. Yoongi se extrañó por la petición del profesor, el niño jamás hacía problemas. La charla se basó en la ausencia y la falta de entregas de todos los trabajos enviados como tarea.

Había pasado una semana del trato con su compañero de banco, la mayoría de las veces hacían las actividades juntos, por ello no las entregaba, no tenía con quién hacerlas. Y simplemente, no le diría aquello a su profesor o algo como

《Buen día, Hyung. No estuve entregando lo pedido porque Yoonie no me habla, y mis compañeros no me quieren ni ver. ¡Espero que lo entienda!》

ㅡLo entiendo, tiene razónㅡ. Aceptó derrotado. ㅡSi debe desaprobarme el trimestre, está bien.

ㅡ...ㅡ. Suspiró pesadamente mientras se sacaba los lentes y los dejaba sobre el escritorio. Caminó hasta el pequeño. ㅡJimin, eres un gran alumno y lo sabes, ¿cierto?ㅡ. Preguntó sonriendo. ㅡNo reprobaras, niño. Sólo necesito más de...ㅡ. No le dejó terminar, se le había ocurrido una gran idea.

ㅡ¡Lo tengo!ㅡ. Gritó exaltando a su mayor, este le miró atento. ㅡ¿Podría hacer los trabajos con usted, Hyung?ㅡ. Preguntó puchereando.

ㅡ¿Conmigo?... ¿Y tú compañero, Min?.

ㅡQuiero hacerlo con usted, Hyungㅡ. Sonrió dulcemente mostrando sus ojos en forma de medialunas. Eunwoo se enterneció y acarició el cabello rosa del contrario.

ㅡDe acuerdo, niñoㅡ. Le devolvió la sonrisa.

Se escuchó un relámpago de fondo muy fuerte. Ambos saltaron de su lugar, quedando muy cerca.

El mayor miró desde arriba el rostro contrario, casi rozando sus narices. Quedó embobado por la belleza natural de su alumno.

ㅡD-deberiamos salir del colegio, en este momentoㅡ. Propuso el pelinegro, el menor asintió y lo siguió.

Salieron tranquilamente con distancia entre medio, el profesor se encontraba cohibido por la anterior situación, con eso en mente tenía la cabeza gacha por el rubor reciente. Una vez llegaron a la salida del Instituto, Jimin notó que no traía paraguas y se iría caminando bajo la lluvia, otra vez. El más alto percibió aquello y habló.

ㅡ¿No vendrán por ti?.

ㅡNo, prefiero caminarㅡ. Respondió simple. ㅡIncluso, si llueve.

El mayor lo miró expectante, abrió su paraguas, y lo elevó cubriendo a ambos, Jimin titubeó.

ㅡVamos, te alcanzaré hasta tu hogar, aceptalo por hoyㅡ. Propuso el de sonrisa brillante. ㅡSólo, no lo reveles a nadie, no debe haber trato de profesor a alumno, según el reglamento.

Asintió dudoso, aún no confiaba en el manejar del mayor, se extrañó con aquello aclarado, corrieron hasta el auto negro de en frente, Jimin subió del lado del copiloto. El más alto luego de abrirle la puerta al pequeño para que no se mojase, subió él. Arrancó el auto lentamente doblando a la derecha apenas llegaron a la esquina, desapareciendo de la vista.

De la vista felina de un pálido con el ceño fruncido, preguntándose porqué su menor se fue con el profesor de Psicología. Le había dicho al chofer que esperarían a Jimin, no lo dejaría volver bajo la lluvia, a petición de su madre.

Por ese hecho, ahora estaba enfadado con Park. ¿Quién se creía de dejarlo plantado?.

De cierta manera lo había hecho, ¿Cierto?, tal vez no pensó que debería haberle avisado  sobre que lo esperaría en auto, y ese había sido su error.

Que va, Jimin debía ser más inteligente y divisar la limusina que obviamente esperaba por él. Era culpa suya el enfado de Yoongi, por supuesto que si.

Desequilibrio Amoroso [yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora