El primer rendimiento

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Era una mañana soleada en Pekín, como todas las mañanas, la familia Wang lee estaba desayunando, todos juntos. Prendieron las noticias porque querían estar al tanto de lo que pasaba en el momento: su presidente había tenido una reunión de emergencia con el presidente de Rusia, justo en la misma ciudad donde la familia Lee comía. De repente se va la comunicación de la televisión y se apagan las luces, el mundo se queda en silencio, algo inusual, pero pensaron que no debía ser nada y pronto debía pasar. En ese momento se escucha una fuerte explosión a lo lejos, el líder del hogar sale de inmediato, seguido de su esposa e hijos; vieron cómo había explotado un edificio del sur de ahí, que la oleada de calor se acercaba, rápido, destruyendo todo a su paso a la velocidad de la luz, la señora Shui Lee toma a sus hijos de la mano, aferrándose unos segundos a ellos, los carga y corre lo más rápido que sus piernas le permitieron, por más que corrió el mundo se volvió negro, perdió la conciencia con sus hijos aferrados a su pecho y nunca volvió a despertar.
-Extracto obtenido de la muerte de una familia, el día que se lanzó la bomba nuclear hacia medio China.

A pocos minutos de este suceso, las noticias en todo el mundo estaban presentando la misma historia: el imperio Chino se había derrumbado, destruyeron con una bomba nuclear de impacto nunca antes visto a Zhongnanhai, en Pekín, donde los ex-presidentes de Rusia y China tenían una reunión de gran importancia. Y no sólo mandaron una bomba, fueron cinco bombas que se lanzaron a partes estratégicas de China. Aún los noticieros no tenían idea alguna de cómo se veía China en ese momento, no podían ver nada, ya que estaba lleno de la lluvia radioactiva por el impacto de las bombas.
Más tarde mandaron drones a ver lo que había pasado en Pekín y lo que se mostraba en las imágenes era ceniza, cadáveres y polvo.

La guerra del hombre artificial Donde viven las historias. Descúbrelo ahora