Capítulo 1: Términos y Condiciones.

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Capítulo 1: Términos y Condiciones.

Parte 1

         En medio de la calle el joven miraba su muñeca, más precisamente a lo que antes no estaba en su muñeca, un reloj totalmente negro con un modelo muy diferente que se podría encontrar en un reloj común

         Además de tener más botones que un reloj, no se podría llamar reloj, ya que no cumplía con su función específica, ver la hora. El “reloj” tenía una pantalla en la que salían unas letras: DEATH IN: 30 Days.

         (¿Qué es esto…? ¿DEATH IN…? Eso quiere decir que… esta cosa, ¿muestra cuánto tiempo tengo de vida…?)

         Aun en la calle el joven miro a su alrededor y encontró otra cosa inusual, habían unas pequeñas criaturas volando en el aire, su tamaño era alrededor de una pelota de tenis de mesa, eran redondos, tenían cola y orejas puntiagudas parecido a esto (^^). Había de diferentes colores y algunos tenían diseños, pero eso no le importo.

         El joven se quedó en silencio, las personas no se daban cuenta de esto, simplemente seguían su camino. Por donde mirara veía estos pequeños seres, unos más grandes que otros.

         (¿Qué demonios pasa…? ¿Acaso no se dan cuenta de estas cosas…?)

         EL joven huyó, corrió lo más rápido que pudo, agarro su mochila y las bolsas de compras, corrió y corrió, sus calambres no estaban, se sentía en perfecto estado físico, como cuando estuvo en el “espacio en blanco”

         (¿Qué carajo está pasándome? ¿Por qué no me canso? ¿Por qué no tengo esos calambres?)

         Habían pasado como treinta minutos y el joven llego a su casa. Corrió todo el trayecto. Mientras corría, chocaba con estos pequeños seres y hacia muecas al chocar. Las personas alrededor lo miraban raro al ver lo que hacía.

         Al entrar en su casa, tiro su mochila a un sofá y dejo las bolsas de compras en la mesa, luego de eso se fue a su pieza y se echó encima de la cama. Pasaron unos minutos para que el joven se calmara.

—   Yo… estoy muerto… realmente morí…no puedo creerlo…

El joven se paró de su cama, no había ningún ruido, nadie había esperado por él ya que vivía solo, sus padres viajaban alrededor del mundo por trabajo y le daban una mensualidad jugosa para un joven en colegio. Él sabía cuidarse desde joven y mostraba gran autonomía, así que por eso lo dejaron aquí. Cada tres o cuatro meses venían a visitarlo.

         Se dirigió a la cocina para comer, aunque no estaba cansado, tenía un hambre intensa. Cocino su comida instantánea, se tomó un café. Todo esto lo hizo en silencio, no sentía ganas de ver las noticias, estaba muy calmado. Mientras tomaba su café notó que en su casa también estaban esas pequeñas criaturas, pero no les prestó atención, ya se había dado cuenta de que eran inofensivas.

         Luego de un rato, se fue a dormir, no se quitó la ropa, simplemente como cuando llego se echó encima de la cama.

         (Ah… el juego… tengo que echarlo a la mochila… mejor lo hago mañana…)

         El joven durmió como si no hubiese dormido en una semana, no costo mucho para que dejara su conciencia.

         No muy lejos de allí, había alguien observándolo desde el techo de una casa, esa persona se fijó en el reloj que llevaba.

         —Así que es el… espero que no sea aburrido.

         Se quedo allí un rato y luego desapareció. No hizo ningún ruido, simplemente se desvaneció, no se teletransportó, simplemente era muy rápido.

Time Left IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora