Capítulo 2: Una día de clases (a)normal. PT 2

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         Su escuela era grande en comparación a otras, era la escuela principal de la ciudad, se ubicaba en el centro y tenía a alrededor de 700 estudiantes, su forma era como una gran H, esa “H” la dividían en tres edificios: A, B y C. cada edificio tenía tres pisos además de una entrada a la azotea que tenía unas sillas en donde los estudiantes podían pasar su tiempo de descanso después de cada clase.

         El salón de Shibazaki estaba en el tercer piso, edificio A, su clase era 2-C, Shibazaki siempre en los descansos se iba a la azotea a descansar en un banco solo para él mientras escuchaba música, a veces se quedaba dormido y llegaba tarde a la clase siguiente por quedarse en la azotea, así se ganó el apodo de “El Rey de la Azotea”

         Ahora él se encontraba en la azotea, con el poco dinero que traía de casa se compró un café en lata en una máquina expendedora que estaba en la azotea, solo el compraba ese café y se podía decir que rellenaban la maquina solo para él.

Se dirigió a su usual banca, esta tenía una vista bella de la ciudad, este era su espacio que lo alejaba de sus problemas, a veces incluso se quedaba después de clases a quedarse aquí. Se puso sus audífonos que cubrían una parte de sus orejas y se puso a escuchar música. Luego de un par de veces que se había quedado dormido comenzó a poner una alarma en su celular, así evitaba quedarse dormido antes de entrar a la siguiente clase. El primer descanso era de 20 minutos.

         Su vista ahora estaba obstruida por esos pequeños demonios “neutrales”, se molestó un poco pero sabía que tenía que acostumbrarse ya que esos pequeños demonios lo acompañarían por toda su vida.

 (Realmente me han pasado cosas extraordinarias… me morí, volví a la vida y ahora soy como un tipo de exterminador…)

         Shibazaki pasó la lata de café a su mano izquierda y levanto su mano derecha para ver el reloj.

         (33 días, ¿eh?... me pregunto que pasara si no cazó ningún demonio más… ¿me dará un infarto? ¿Me quemare? ¿O simplemente desapareceré…?)

         Shibazaki aún no tenía claro que era lo que hacía, cazaba demonios, sí, pero ¿con que fin? Alice dijo que era eliminar a las impurezas de este mundo, pero él no tenía idea de que significaba eso.

         (Es cierto, ayer me di cuenta, esa espada…)

         Shibazaki llevo su mano derecha a su cuello, allí había un colgante que antes no tenía, además de la cuerda, estaba una diminuta Katana colgada, su tamaño no superaba el tamaño de los dedos.

         (Alice dijo que cuando formara un ZONE y me sacara el collar, esta tomaría su forma original…)

         El llevo la lata de café (helado) a su boca, se tomó todo lo que le quedaba y luego suspiro.

         —Debería haber algo con lo que pudiese calentarlo…

         Ya casi era la hora de entrar a clases, Shibazaki arrojo la lata vacía en el basurero y desactivo la alarma, sería muy vergonzoso que sonara en clases.

         Antes de salir Shibazaki miro su reloj.

         (SCAN solo se puede usar una vez por día, ¿verdad…?)

         Sus dedos se dirigieron al botón respectivo y apretó el botón.

         —Ngh…

         Al igual que ayer, una onda salió de él. Esta se expandía cada vez más.

         (Supongo que cada día no se puede encontrar u---)

         El escáner tomo algo, increíblemente cerca, si, en el mismo edificio en que estaba Shibazaki, su escuela. A juzgar por la distancia el objetivo se encontraba en el primer piso, en el edificio B, cerca de la entrada al establecimiento.

         (¿Es en serio…? ¿Aquí en la escuela…? Si peleo contra esa cosa podría lastimar a alguien…)

         Cuando se ejercía un ZONE, los que estaban en ese “espacio alterno” no podían tocar a las personas, pero eso no se aplica a cualquier escombro que salga de la batalla. El demonio que combatió Shibazaki ayer no le hizo nada al entorno, Shibazaki combatió contra el en la calle, tuvo suerte de que ningún automóvil se cruzara o estaría en el hospital o incluso se podría repetir la tragedia.

         —Tengo que decirle a Alice…

         Shibazaki comenzó a bajar las escaleras.

         (Si una de esas cosas esta por aquí, deberíamos comenzar por seguirlo y eliminarlo donde no haya nadie…)

Su paso no era lento, pero tampoco muy rápido, entre pequeños saltos llego a su salón, abrió la puerta y:

         —¡¡Allí está!!

         — ¿Eh?

         Una multitud (de hombres) se abalanzó contra Shibazaki, el no alcanzo a reaccionar. Se le tiraron encima y le empezaron a hablar.

         — ¿¡Cómo demonios conociste a esa belleza!?

         — ¡Por favor dame su número de teléfono!

        

A Shibazaki le siguieron haciendo ese tipo de preguntas hasta que tocaron el timbre para entrar, de algún modo se había salvado (por ahora). Entro al salón y se sentó en su puesto.

         —Alice…

         —Lo sé, hablemos luego.

         Shibazaki no se esperaba que ella supiera, luego recordó que cuando combatió contra el demonio, ella era la que lo guio hacia él.

(Me pregunto si ella puede saber su ubicación… luego le voy a preguntar.)

Shibazaki comenzó a ponerle atención al profesor, la clase había comenzado, grandes cosas pasarían después, pero ahora tenía que concentrarse en la materia, si le iba mal los profesores se contactarían con sus padres y se generaría un alboroto más grande.

Time Left IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora