Capítulo 3: Atrápame si puedes. PT 2

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        El ZONE de Alice ya estaba en marcha y con esto la cacería también. Shibazaki miro a Alice quien estaba a su lado.

         —Bien… ¿entonces esta vez me ayudaras? Dijiste que esta cosa se volvería algo muy peligroso.

         —No, no te ayudare. Esta vez voy a ver si realmente vale la pena que te ayude.

         (Lo sabía incluso si no le preguntaba…)

         El joven exhalo profundamente mientras lloraba por dentro. Luego de dudar un momento, Shibazaki se concentró en lo que tenía que hacer.

         (El anterior demonio con quien luche a pesar de que me golpeo solo un par de veces me dejo un daño tremendo a pesar de que el cuerpo que tengo ahora es más resistente… tengo que estar mas preparado…)

         —Ah, verdad… Shibazaki tienes que agrandar tu espada

         —Es la espada del otro día… ¿Cómo la agrando? Dijiste que cuando apareciera un ZONE esta se agrandaría

         —Si pones de tu energía espiritual en eso, la espada se agrandara.

         — ¿¡Y como se supone que haga eso!? ¡¡No es como si simplemente lo aprendiera por que sí!!

         El joven estaba exaltado, esta situación no era como la de un juego en la que por ejemplo “Protagonista ha subido de nivel, ha aprendido Fuego+”. Aquí el no tenía conocimiento de usar la energía espiritual y no había tenido la necesidad de usarla ya que en su anterior batalla contra un demonio el simplemente balanceo su espada contra su enemigo.

         —¡Argh! Pero que inútil eres… ¡simplemente concéntrate en tu mano sosteniendo la espada!

         Shibazaki miro su mano sosteniendo la pulsera, la quedo mirando por un rato, su ojos estaban totalmente fijados en el collar, tenía sus dientes al descubierto y parecía que ponía simplemente fuerza en su mano y trataba de no romper el collar. Si tuviera un espejo él se vería los ojos rojos como si no hubiera dormido en días.

         — ¿¡Ves!? No pasa na-

         Antes de terminar la frase, la espada volvió a su tamaño regular, Shibazaki dejo salir un “¡¡UOOO!!” y del susto dejo caer la espada.

         —¡¡Realmente se hizo grande!!

         Él estaba más impresionado de que ese pequeño objeto se agrando más de diez veces su tamaño a que él pudo poner energía en su mano.

         —No eres tan inútil… apúrate que se escapa el demonio…

         Shibazaki recogió el arma del suelo, saco la funda y la espada mostro su filo, cuando él se preguntó dónde iba a dejar la funda, esta volvió al tamaño compacto, esta vez también se asustó pero no dejo caer la funda, luego de dudar un poco la guardo en el bolsillo.

         Luego de mover un poco la espada y acostumbrarse a su largo, Shibazaki comenzó a seguir al demonio que ya había sacado un poco de distancia. Alice ya no estaba con el

         Al pasar unos pasillos, Shibazaki llego a donde ellos estaban, el estudiante estaba mirando hacia todos lados antes de entrar a la puerta enfrente del, la puerta decía: Duchas Mujeres.

         (Cabron… lamentablemente no le puedo hacer nada a la persona… me cargare rápidamente al demonio y luego veré que hago con el)

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