Solo una noche [Yewook]

Parte 1

—Vamos, Jong. Es tu cumpleaños, hombre. No puedes decirnos que no.

Y ahí estaba Hyukjae, rogando por millonésima vez en el día a cierto pelinegro que se rehusaba a celebrar su cumpleaños. Desde que inicio el día le había estado insistiendo sobre asistir a cierto lugar a festejar como Dios manda. Y por millonésima vez, como era de esperarse, el pelinegro lo rechazaba.

—Por favor, Jong, Hae y los chicos ya están allá y sabes que en ese bar es muy difícil hallar lugar a estas horas. —Decía el rubio, tratando de convencerlo.

—No me interesa, Hyuk. Ni siquiera sé por qué buscaron un lugar como ese, saben de sobra que yo no frecuento esos lugares.—Respondió un JongWoon bastante exasperado por la insistencia de su amigo.

—Pues precisamente porque no frecuentas esos lugares es que lo hemos buscado —JongWoon alzó una ceja y sonrió con ironía —¿Realmente pensabas pasar la noche de tu cumpleaños encerrado en tu departamento? Joder, a veces eres tan amargado.

—Como sea. No iré Hyuk, no insistas más por favor.

—Claro que irás —dijo Hyukjae totalmente serio —Con algo de suerte podrías encontrar alguien con quien terminar bien esta noche y que te quite un poco de esa amargura que tienes.

Jong Woon en respuesta le dio su mirada más intimidante. Pero esta vez no funcionó. Su rubio amigo estaba dispuesto a llevarlo a rastras de ser necesario.

—Mira, te propongo esto. Tú vienes a la reunión que te preparamos esta noche y te juro que te quito de encima a la tipa de la cafetería —lo miró con una sonrisa triunfal, sabía que deshacerse de la molesta mujer era lo que más deseaba el pelinegro. —¿Qué dices? Sabes que es un trato justo ¿no?, puedo hacerlo, lo sabes.

Y maldito si no era algo tentador. Llevaba tiempo queriendo eliminar de su vida por completo a esa mujer. Solo habían tenido un pequeño encuentro sexual en una noche de esas que prefería evitar y la tipa ya quería un matrimonio feliz. No había dejado de fastidiarlo desde entonces. Estaba pensando seriamente en acceder a la petición de su amigo. La verdad es que no estaba mal acudir a ese tipo de lugares de vez en cuando, aunque no era de frecuentarlos, sus amigos se habían esforzado en organizarle una pequeña celebración. No podía ser tan malagradecido.

—Está bien —el rubio lo miro con un brillo casi infantil en sus ojos —Pero si veo que el ambiente se torna muy molesto, me voy.

—Claro, claro —dijo Hyukjae con evidente emoción en su voz —Es un buen lugar, Jong, te va a gustar, ya verás.

Finalmente llegaron al lugar destinado. Accedieron y rápidamente localizaron al resto de sus amigos. A pesar de ser un bar, parecía un lugar muy refinado. No podía negarlo.

—Hyukkie, ¡lograste hacer que viniera! —Un peliazúl saltó de su asiento con emoción.

—Por supuesto, les dije que lo haría, ¿no? —Una sonrisa arrogante se formó en sus labios.

—Eres genial. —El más bajo se acercó y le dio un dulce beso en los labios que el rubio aceptó gustoso.

—Dios, de verdad son tan cursis. —Refunfuñó un castaño alto con evidente fastidio.

—Vamos Kyu, para amargados ya tenemos a JongWoon —este lo miró serio. —Es broma Jong. Bien, vinimos a celebrar así que, hagamos eso.

—De acuerdo, siéntense. Ahora mismo ordeno.—Anunció Donghae.

Pasada la medianoche, seguían festejando el cumpleaños del pelinegro. Debía admitir que era al menos entretenido, sobre todo la parte en la que Donghae se embriagaba con una copa apenas y comenzaba a manosear a su rubio novio de manera descarada.