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En un santo domingo, día del Señor, el gran día de hacer absolutamente nada, generalmente los despertadores están apagados y el cuerpo lo sabe, por eso no despiertan hasta pasados las diez, y aun si lo hiciesen, están mas sumergidos pensando que tan esencial es levantarse de la cama antes de agarrar un calambre que te haga rezar un credo y tres Ave María. Pero claro, eso no cuenta con los niños, en especial con los hermanos Min que, al primer rayo de sol, saltaron de la cama como resortes.

A pasos sigilosos y silenciosos, los gemelos se escabulleron por el pasillo, bajaron las escaleras y se adentraron en la cocina.

Una mujer rubia y arrugada preparaba el desayuno-cena, estaba tan sumergida en su trabajo que no vio a los pequeños diablillos deslizarse cual serpientes por las esquinas de la cocina hasta el refrigerador y tomar un frasco de mermelada, media docena de huevos y dos pedazos de pastel.

Media hora después, el aterrador y agónico grito de JongDae se escuchó por toda la villa, despertando a todos en la casa que en pánico corrieron hasta su habitación para ver si estaba bien.

JongDae luchaba por mantener el equilibrio en medio de un charco marrón, esperando que fuese chocolate y no algo mas. Por su cabello caí una mezcla pegajosa de huevos y mermelada, dificultándole ver hacia donde pisaba.

—Santo. Cielo. Esos mocosos son el diablo encarnado. — silbó JiYong, mirando con pena al pobre chico que lloriqueaba y hacia muecas de asco oliendo sus manos manchadas de la sustancia desconocida marrón.

—Amen. — dijeron todos al unísono, incluso KyungSoo aunque sintió que se quemaba por dentro.


***

Con paso cansío, JungKook bajó hacia la planta baja, arrastrando los pies con flojera, aun si se dio un baño se sentía sonámbulo.

Mientras bajaba, escuchó la voz de YoonGi, gruñendo y alegando ser demasiado viejo para seguir el ritmo de los niños, las risas de sus amigos opacaron su voz y supo que estaban en el comedor.

Caminó aun con pesadez, siguiendo las voces de sus amigos y cuando estuvo lo suficientemente cerca despertó por completo, deteniendo sus pasos y escondiendo su cuerpo detrás de un pilar para no ser visto. JungKook empezó a sudar frío.

—¿Cuando se presentará ese novio tuyo? Ayer me ignoró por completo. Como tu padre debo ver si ese chico es bueno para ti.

YoonGi viro los ojos sonriendo, su padre estaba muy insistente en conocer formalmente a JungKook, y no le molestaba, extrañamente no lo hacia, aun sabiendo que presentar sus familias mutuamente llevaba su relación de pareja a un nuevo nivel.

—No es mi novio, no me lo pidió correctamente… — se encogió de hombros. Es cierto, JungKook en ningún momento le había pedido ser su novio o prometido, simplemente se auto nombraron como una “pareja” y parejas había muchas.

SeungWoo frunció el ceño, dejando su baso de jugo a medio camino —Tienen dos hijos, estas gestando otro, viven juntos en la misma casa y aun no son un noviazgo formal ¿Qué esta mal con los chicos de hoy en día?

—¿Estas en cinta? — pregunto JongDae cambiando de tema, recibiendo las miradas de todos en la mesa — Ah, perdón por no estar actualizado, pero soy un hombre soltero en busca del amor, no puedo estar cada segundo al pendiente de mis amigos.

—Si, si. Ya vimos tu historial de conquistas, Tinder no es el mejor sitio para buscar parejas ¿sabes?  — KyungSoo rio, seguido por los demás mientras JongDae volteaba los ojos, imitando una risa falsa.

—¿Cuanto llevas?

—Casi cinco semanas — respondió YoonGi, al segundo de hacerlo, JongDae empezó a toser dramáticamente, golpeando su pecho y bebiendo agua.

Strawberry Yogurt [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora