El mafioso caló de su cigarrillo mientras admiraba al pequeño espía dormir a su lado en la cama. Lucía tierno e inocente, pero lo más excitante era saber lo rebelde que era y cuánto lo deseaba. La noche anterior resultó increíble, joder al pequeño hubo sido una experiencia que jamás olvidaría y que anhelaba repetir. Se levantó de la cama y caminó desnudo hasta el baño dónde tras tirar el cigarrillo al tacho de basura, vio su reflejo en el espejo y soltó una risotada. Por alguna razón una sonrisa inquebrantable adornaba su rostro ante la remembranza de una noche fogosa con un hombre. ¡Un hombre! Él nunca antes hubo tenido sexo con un hombre, era conocido precisamente por su indudable heterosexualidad y ahora... Ahora ansiaba volver a la cama para poder enterrarse nuevamente en Baekhyun. Una ducha fría serviría para apaciguar su calentura.
Cuando Baekhyun despertó, una vergüenza y furia se apoderó de su ser, enardecido comenzó a golpear y arañar la almohada en donde hubo dormido Chanyeol. En su mente se repetía lo muy estúpido que fue al permitirle al mafioso entrar en sus pantalones, metafóricamente hablando. Lo peor del asunto es que lo hubo disfrutado hasta caer rendido en los brazos de su captor. El suicidio sonaba a una increíble idea, o quizás el homicidio era mejor.
- ¿Acaso golpeas esa almohada como si fuera yo? –inquirió Chanyeol saliendo del cuarto de baño mientras con una pequeña toalla se secaba el cabello.
- Eso es exactamente lo que hago, pequeño imbé... -dijo al girarse para encarar al mafioso, pero su frase quedó a medias cuando vio la escasez de ropa ajena. Se fijó en aquel miembro que colgaba entre las piernas.
- ¿Pequeño? Creo que no pensabas eso de mí anoche, ¿o sí?
- Púdrete.
Park se acercó al joven y tomándole del mentón le plantó un beso en los labios. Le dijo entonces que bajase al primer piso para desayunar, se vistió y salió del cuarto. Ahora sólo había un ligero inconveniente: no tenía más ropa. Dando resoplidos y maldiciendo hasta al perro de la casa fue a tomar una ducha; lavó su cuerpo con rudeza como si desease que las caricias, marcas y besos que Chnayeol le dio la noche pasada. Al salir buscó ropa limpia de su talla, pero era realmente difícil cuando el mafioso tenía trajes, trajes y más trajes. Y aunque le parecía muy atractivo vestido formalmente, ahora ansiaba algo de ropa común. Cuando halló un short y una camiseta que si bien era mucho más grande que él, le sirvió para no ir desnudo por la casa; se calzó sus zapatos y salió al balcón en busca de una ruta de escape pero desde su ingreso en la casa del mafioso la seguridad fue redoblada y ahora se veía a un guardia cada cinco metros. Escuchó el molesto ruido de su teléfono sonando.
- ¿Diga?
- ¡Byun Baekhyun! –tal parecía que el jefe no se oía contento.
- Sr. Brooks...
- ¿Puedo saber por qué diablos estas en casa de Park Chanyeol?
- Yo..., bueno yo... venía a capturarlo.
- ¿Capturarlo? ¡Te parece que meterse en su cama como una cualquiera es capturarlo!
- Señor yo puedo explicar eso.
- No quiero oírte. Tú no eres del equipo para capturar a Park, no debías de ir.
- Pero yo puedo hacerlo...
- ¡No, no es así! Fue una orden muy clara, y desobedeciste.
- Deme una oportunidad, ya estoy aquí y puedo sacar la información necesaria para el caso.Se escuchaba la irregular respiración de su jefe al otro lado de la línea, la espera a una respuesta o un insulto se hizo tortuosa hasta que su jefe contestó:
- Si no tienes información para enviarlo a la cárcel para dentro de un mes no te molestes en regresar a la oficina.
Al fin hubo logrado ser parte del equipo, estaba tan feliz y orgulloso de sí mismo por haberlo logrado, aunque claro no estaba especialmente orgulloso de lo que tuvo que hacer para conseguirlo. Bajó al primer piso dónde en el comedor para cuatro personas Chanyeol lo esperaba. La mesa, negro al igual que las sillas, era redonda y con un camino en blanco y negro en el medio.
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Love Inside The Mafia (Chanbaek)
FanficPasar de agente de la Interpol a la cama del mafioso más buscado no es lo que Baekhyun pensó que sucedería cuando fue a Florencia, mucho menos que terminaría encantado de enredar sus piernas en la cintura del mafioso noche tras noche. - ¿Estás...