Pasar de agente de la Interpol a la cama del mafioso más buscado no es lo que Baekhyun pensó que sucedería cuando fue a Florencia, mucho menos que terminaría encantado de enredar sus piernas en la cintura del mafioso noche tras noche.
- ¿Estás...
Dos días después, justo en el cumpleaños de Dante, la familia Park fueron de viaje a la costa oriental de Cerdeña, una playa de agua cristalina y sol de verano radiante llamada Cala Luna. Llegarían ahí en jet, la misma forma en la que fueron Baekhyun y Tao a Milán, hasta el hotel en el que se hospedarían. Era un lujo y gusto particular de Chanyeol el viajar de forma privada, y aunque llevaban dos escoltas por seguridad de su pareja y su hijo más que la propia. El paisaje al arribar a la playa era maravilloso, el mar lucía refrescante, incitándolos a ir a sumergirse en sus aguas y perderse entre la vegetación de la costa.
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El hotel estaba ubicado en un ambiente rocoso de la playa pero teniendo una muy buena vista; era un edificio labrado en roca tipo cabaña con los barandales cerca del mar y una piscina dentro del hotel. Cuando llegaron eran cerca de las once y media de la mañana por lo que, según Baekhyun, fueron a registrarse no obstante simplemente, bajo saludos a Chanyeol llamándolo "Señor Park", se dirigieron directamente a sus recámaras. Una de ellas era la suite presidencial donde dormirían los padres de Dante mientras que el niño estaría en una habitación a lado de la principal, siempre siendo cuidado por los guardias.
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- ¿Por qué no nos hemos registrado?
- No hay necesidad, el hotel es mío.
- ¿Tuyo? ¿Por eso te reconocieron los dependientes?
- Sí. ¿Qué sucede? –preguntó al ver la interrogante en el rostro de su pareja.
- No sabía que tenías... bueno que también te dedicabas a esto.
Chanyeol rió agraciado.
- Necesitaba una forma de lavar dinero y esto resultó ser muy benéfico, además no es el único hotel que poseo.
- ¿Sabes? No debería ni sorprenderme –le dijo con coquetería.
- ¿Por qué era muy obvio?
- No, porque no hay nada que no puedas hacer.
- En realidad si hay algo que aún no he logrado hacer –le dijo tomándolo por su delgada cintura-. Aún no he conseguido dejarte en cinta.
Baekhyun se ruborizó hermosamente, para luego esconder su rostro en el pecho del alto. Era cierto que hasta ahora, por acción divina, el doncel aún no llevaba al hijo de Park en su vientre, a ambos les entusiasmaba la idea y mucho más a Dante quién exigía un hermanito a la mayor rapidez.
