I Need U ||Yoongi||COMPLETA

→Capitulo 10←

La alarma sonó avisandome que un día más comenzaba para a mi. Abrí mis ojos lentamente hasta que mi vista se acostumbre a la luz del sol que entraba por la ventana.

-Le he dicho que no abra las cortinas- me quejé, recordando que le dije a Jungkook de no abrir las cortinas al irse ya que la luz del día da con todo mi rostro y hay veces que es molesto.

Suspiré levantándome, me fijé la hora en mi celular y aún tenía tiempo para arreglarme e ir a mi primer día de trabajo.

-No me agrada a que vayas a trabajar, SunHi- Jungkook estaba molesto cuando le comenté sobre mi nuevo trabajo.

-Jungkook, necesito hacer algo. No puedo estar simplemente encerrada aquí hasta que regremos a Estados Unidos.- dije mientras me acomodaba para dormir.

-¿Pero que harás cuando tengamos que volver? ¿Renunciarás como si nada? - me miró incrédulo y expectante.

-Es mi problema Jungkook, y al trabajo lo tendré yo no tú. Asi que ocúpate de la empresa, Buenas noches... - con eso acabé aquella discusión acostándome de un costado.

Desperté de aquel transe y decidí cambiarme de una buena vez.

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Me quedé mirando atentamente el edificio cual era mi trabajo. Por alguna extraña razón sentía una sensación de ansiedad y nerviosismo que por el momento no podía controlar muy bien.

-¿Entrará señorita? - miré a mi lado y un señor de unos cincuenta años me miraba como si ya me conociera.

-Oh si, solamente estaba mirando un poco- Sonreí apenada y comencé a caminar dirección a la entrada del edificio.

Al entrar pude ver mucho movimiento pero de cierto modo era tranquilo ya que lo que suponia que eran empleados caminaban desprocupados con maletines y papeles en manos.

-Señorita, Jeon SunHi- giré viendo a un hombre bastante elegante mirándome seriamente.- Venga conmigo, le mostraré donde tiene que ir para comenzar a trabajar.

Lo miré unos segundos antes de caminar a su lado.

-¿El jefe de aquí? - pregunté mientras miraba cada cosa que se presentaba a mi vista.

-Está en una reunión ahora- habló aquel hombre cortante y seco.

En cierta parte aquella respuesta me desanimó un poco, ya que quería tener un rostro que recordar cuando él me llame de improvisto.

-Es aquí- sacudí mi cabeza, despejando mis pensamientos. Miré al hombre unos segundos para después posar mi vista a la oficina.

Entré mirando alrededor, una ventana amplia que daba vista al exterior, un escritorio junto con una computadora, y pequeños adornos decoraban al mueble haciéndolo no tan anticuado.

-Al lado está la oficina del señor Min, el jefe de aquí- dijo señalando la oficina de al lado. -Comunmente nunca está aquí, si no en su casa. Ya que puede trabajar tranquilamente.

-Oh... - miré hacia otro lado.

-Yo le estaré entregando las cosas que el jefe necesite ayuda, por ahora tiene que firmar unos papeles no tan importantes- dicho eso, hizo una pequeña reverencia yéndose.

Suspiré mirando bien el lugar donde ahora era mi trabajo. Me senté en la silla giratoria observando los papeles que tenía que firmar.

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Sara

Mi cabello se removia gracias al fuerte viento que estaba haciendo esa mañana. Mi mirada estaba perdida en algún punto del parque en la cual estaba sentada.

No dejaba de pensar en los sueños que ultimamente estaba teniendo.

Un hombre de tez blanca, cabello negro, ojos gatunos. Sentía que tenía que ver algo conmigo, aquella extraña sensación de calidez que me embargaba aquellos sueños hacía que en cierta parte tuviera miedo, miedo porque nunca experimenté esas sensaciones.

¿Pero, porqué justo ahora?
Aún no lo entendía.

-¿SaRa? - una voz proveniente a mis espaldas hizo sobresaltarme e inmediatamente giré.

-¿Jongook? - murmuré sorprendida. -¿no tienes que estar en la escuela?.

-Me pregunto lo mismo- dijo sonriendo sentándose a mi lado-¿Por que faltaste a clases?.

Bajé la mirada unos segundos antes de volver a mirarlo, su mirada mostraba interés e incertidumbre.

-No tenia muchas ganas de ir- hablé bajo mirando hacia el frente.

-Creo que estamos iguales- soltó una risa. Lo miré nuevamente y ahora él miraba al frente.

Desde mi punto de vista, Jongook me parecía un chico completamente guapo. Aquella sonrisa hace que me quede horas mirándolo, su rostro de niño le daba un toque tierno, pero al momento en donde se molesta todo ese concepto se desvanece dándole un toque maduro y sexi. Definitivamente Jongkook despertaba sensaciones en mí que hace mucho no vivía.

Y eso me aterraba...