Capítulo 1

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El taxi condujo a Gun todo el camino hasta llegar al frente de un gran edificio departamental muy lujoso, recordándole que la brecha entre ellos no sólo era de edad, incluso los ingresos económicos hacían la diferencia. Abrió la puerta y salió del auto, el conductor quitó el seguro a la cajuela para que pudiera sacar sus maletas de ahí. En un inútil intento las jaló, pero eran tan pesadas que la fuerza se le devolvió y cayó de espaldas sobre sus manos.

-¿Necesitas ayuda? - la voz de un hombre vino desde atrás, volteó hacia quien hizo la pregunta, pero el brillo del sol detrás de él impedía que el pequeño pudiera verlo fijamente.

-No... no te molestes- dijo mientras se levantaba y sacudía las manos en su pantalón- yo lo haré.

Pero la vergonzosa escena se repitió, el hombre se burló de Gun y, aún sin su aprobación, lo ayudó, a lo que el debilucho tuvo que agradecerle avergonzado y en voz baja. Con las maletas fuera, cerró la cajuela y el taxi comenzó a avanzar. Sin decir más, Gun tomó sus maletas y caminó hacia el edificio en silencio. Pero sentía la presencia de aquel extraño hombre detrás suyo de nuevo, caminaba en una distancia considerable, siguiéndolo hasta el interior del edificio, hasta el ascensor, hasta el pasillo y hasta la puerta de la habitación de Off.

-¿Me estas siguiendo? - se animó a preguntar con un poco de miedo.

-¿Por qué pensarías que te estoy siguiendo? - respondió burlonamente al pequeño.

Al fin podían verse claramente, el chico que le seguía era alto, más alto que su mejor amigo Off, su cabello era ondulado y negro azabache, unos ojos café claros, unas cejas pobladas y unos músculos tonificados, en sus manos sobresalían sus venas dándoles una sexi apariencia. Era un hermoso hombre, cualquier mujer se entusiasmaría con él, también cualquier hombre gay y Gun no era la excepción. Sin embargo, él le era fiel a su Papii, como suele llamar a Off.

-No... no lo sé...- tartamudeó torpemente Gun. La belleza frente a él lo ponía tan nervioso.

-Eres muy lindo- una luminosa sonrisa se mostró en los labios de ese hombre- mi nombre es Way-ar Sangngern, puedes decirme Joss para que sea más cómodo ¿y tú eres? - el hombre extendió la mano hacia el chico.

-A... Atthaphan Phunsawat... Gun- respondió con trabas, mientras correspondía el saludo de mano- un gusto... ahora ¿podrías decirme por qué me seguiste?

-No te seguí, yo vivo aquí- Gun miró alrededor de Joss, y él también tenía maletas a su lado- desde hoy- continuó.

El hombre alto se paró frente a la puerta, introdujo el código y esta se abrió. Realmente vivía ahí, no hay duda. Gun se quedó de pie frente a la puerta de alado sin hacer o decir nada, salvo mirarla fijamente.

-¿Acaso tú serás mi vecino? -preguntó el musculoso sosteniendo la puerta, manteniéndola abierta.

-No...bueno...sí- respondió nervioso- yo viviré con la persona que se aloja aquí.

-¿Eres de nuevo ingreso de la universidad de la GMM? -continuó Joss y Gun respondió solo asintiendo con la cabeza- ¿en serio?, ¿de que facultad?, no me digas que de Artes de la comunicación- el pequeño asintió de nuevo- eso es genial, yo también- dijo entusiasta- espero verte en el colegio, compañero- le guiñó coquetamente y cerró la puerta detrás de él.

Gun quedó desconcertado al comportamiento de Joss, pero no le dio mucha importancia, tenía otras cosas en que pensar como el hecho de que estaba tan ansioso de estar aquí que llegó temprano, sin darle la oportunidad a Jumpol de ir a buscarlo y ayudarlo a mudarse. Pero el chico quería sorprenderlo y ver su reacción, y aunque se mentalizó en todos los escenarios posibles sean positivos o negativos, no tenía el valor de tocar el timbre.

El amor es ciego, pero los vecinos no son sordosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora