Su corazón latía con fuerza, trataba de calmarse para que no se escuchara su palpitar y mucho menos le suden las manos. No podía creer lo que pasaba, Off le sostenía firmemente de la mano mientras regresaban de cenar, era maravilloso, no podía pensar en algo mejor... bueno, sí que hay algo mejor, pero tal vez sea demasiado pedir por el momento.
Llegaron a la puerta de su departamento, y muy a su pesar, tuvo que soltar la mano del mayor para que este sacara la llave del lugar. A penas las puertas estuvieron abiertas, Gun entró rápidamente y se recostó en el sofá.
—¿Estás cansado? —preguntó Off mientras entraba y cerraba la puerta.
—No mucho, pero... —se paró y desabrochó su pantalón para deslizarlo hacia abajo con cuidado de que su bóxer no lo acompañara —mis piernas tienen mucho calor. Me dijiste que me ponga un pantalón, pero me siento más cómodo con bermudas.
—Y-ya ve-veo —contestó nervioso, pues se impresionó como su amigo se bajaba los pantalones frente a él como si nada, sin embargo, se regañó a si mismo recordando que no hay nada de malo que dos hombres se desnudaran frente al otro... ¿o sí?
—¿A dónde iremos mañana Papii? —volvió a tomar asiento.
—Pensaba que podríamos ir de compras a Siam Center, ahí podríamos ir a ver una película o comer en sus restaurantes —dijo mientras se sentaba a un lado de su amigo en el sofá.
—Me encanta, me hubiese gustado ir más lejos como a la playa o a las montañas —respondió con un pequeño puchero.
—Igual a mí, hace tiempo que no vamos a acampar. Realmente pensaba hacerlo hoy, pero debido a...
—Lo siento —interrumpió.
—No te preocupes, igual, hoy fue divertido y podremos hacerlo en las vacaciones a mitad del semestre.
—¿En serio?
—Por supuesto, lo prometo —afirmó alzando su meñique en dirección del menor, quien sonrió al gesto y entrelazó sus meñiques derechos.
—¡Lo prometiste! Tienes que cumplir tu promesa.
—Sí, por supuesto que lo haré —sonrieron mirándose a los ojos —entonces... ¿qué es lo importante que tienes que decirme?
Inmediatamente, el menor se puso nervioso y se alejó del mayor parándose del sofá, cosa que hizo extrañar a Off, quien no dejó de mirarlo a pesar de que Gun ya había apartado la mirada.
—Esto... te diré después de que tomé una baño...
—¿De nuevo? —reclamó.
—Sí, caminamos mucho y quiero dormir fresco. Tú también deberías hacerlo.
—¿Insinúas que deberíamos bañarnos juntos? —preguntó de manera pícara y coqueta.
Los recuerdos de aquella noche donde Off lo duchaba y cómo lo obligó a meterse en la tina con él, llegaron como flashes a su mente. Recordar tales momentos bochornosos, le hicieron sonrojar casi de inmediato.
—N-no, cl-claro q-que no, ¿có-cómo dos hombres adultos se bañarían juntos? ¡No somos niños! —corrió hacia el baño y se encerró ahí, respirando para calmar su inquieto corazón.
Sus palabras habían lastimado un poco al chico que se quedó sentado en el sofá. Se preguntaba si su amigo había olvidado realmente todo y porqué el hecho de que así sea le dolía, pues desde ese día no ha podido sacar de su mente sus gruesos y suaves labios entre los suyos, lo suave de su piel al tacto, su embriagante olor corporal y sus muslos que ¡por dios!, era todo lo que buscaba en un culo, siendo su cadera un poco más grande que su cintura contenía un redondo trasero, suave piel sobre unos glúteos firmes y tonificados, sin ninguna presencia de grasa —como sí tenían la mayoría de sus ex's—, se moría de ganas de apretarlos, nalguearlos y estirarlos, pero se tragaba las ganas y muerde su labio inferior para evitar que actuar sin pensar.
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El amor es ciego, pero los vecinos no son sordos
FanfictionAtthaphan y Jumpol se han convertido en mejores amigos a pesar de su diferencia de edad. Ahora que estarían juntos en la misma universidad, Gun se muda al departamento de Off que está cerca de la facultad. Ese mismo día, su vecino también se mudó al...