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Ninguno esperaba quedarse hasta tan tarde, siquiera poder hablar tanto de cosas tan simples, pero fue increíble lo rápido que pasaban los minutos cuando estaban juntos.

Ambos podían vivir escuchando al otro hablar y jamás se cansarían.

YuGyeom suspiró tomando aire luego de un ataque de risa que le había ocasionado el más bajo al contarle una de sus experiencias en la escuela. Sonrió y se recostó nuevamente sobre el cesped al lado del contrario, donde se encontraban viendo las estrellas a la vez que conversaban.

— Oye, BamBam... -habló el más alto girando su cabeza para verlo.- El otro día, dijiste que la marca de tu labio era por bailar... Nunca me contaste a fondo sobre eso.

De repente el aire en el lugar cambió y BamBam no respiró durante lo que pareció medio minuto, dejándolos en un momento incómodo.

— Sí... me gusta bailar, hacer covers de canciones famosa y hasta crear mis propios bailes... -dijo con cansancio.- Mi padre me obligó a dejarlo... Creyó que era muy afeminado para un hombre pero de igual forma lo hago cuando puedo y a escondidas. -finalizó soltando una risa al final; que logro encoger el corazón del menor.

Antes de que pudiera responder, volvió a hablar.

— Y sobre el labio... Bailo para descargarme, es fácil caerme, no es nada grave. -murmuró en voz baja.


Chico dulce ➳ [YugBam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora