Stiven Samuels

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Fue una tarde lluviosa, tarde noche para ser exactos. Susan se quedó conmigo como hasta las 10:00 p.m.
Andy se quedó encerrado en mi habitación.
La verdad me quede muy angustiada porque, diablos! Susan si ama a Andy y creo ye esto que estamos haciendo está bastante mal, y más porque ella es mi amiga. No sé que me está pasando, pero con Andy, es diferente. El me entiende, con el puedo hablar, y siempre no se me siento cómoda con el. ?Pero estoy dispuesta a hacer eso, hacer ese daño a mi mejor amiga?  

Subí a mi habitación, y mire a Andy dormido en mi cama, está boca abajo y con su cara recargada sobre su mejilla izquierda.
Vi sus finos rasgos; su nariz, sus labios entre  abiertos, sus párpados que cubren esos hermosos ojos azules que tanto me encanta ver.

Rayos y pensar que tú esposa es mi amiga.

- Deja de mirarme - dijo en tono dormido.
- ¿Como sabes que te estoy viendo? - pregunté.
- Siento tu mirada primor - susurro - Mejor acuéstate conmigo.
- Andy creo que...
- porfavor -susurro mientras hacía un puchero.
- Bien - dije de mala gana.
Me hizo un espacio en la cama junto a él. Me acosté boca arriba y este se aprovechó para recostarse en mi pecho.
- ¿Te he dicho cómo me gusta tu olor? - beso mi pecho.
- Creo que lo hiciste una vez - bese su cabeza.

Se acomodó mejor en la cama y yo también, el pego su pecho en mi espalda y nos recordamos de cucharita. Su respiración chica con mi nunca, y valla, debo admitir que me gusta como se siente esto.
Sentir si abrazo, su respiración, su calor.

- si no la hubieras cagado hace 7 años el y tú ya tendrían años durmiendo juntos - susurro la voz de mi cabeza.

Eso es cierto, yo desaproveché esa oportunidad, por tonta. Pero esta vez no es la excepción, esta vez tengo que cagarla para que Andy se aleje y ya no esté conmigo y mejor este con Susan, su esposa.

Desperté por la tenue luz de el sol que entra por mi ventana, a ti levemente mis ojos y me estire.
Diablos dormir con Andy es uno de los placeres de la vida. Gire para buscarlo y sorpresa parece que no está aquí.

- Andy! -grite.
No hubo respuesta, alcé mis hombros en modo despreocupado y me dirijí al baño, hice mis necesidades y me metí a la ducha.

No sé porque me siento tan tranquila, después de dormir con Andy (marido de Susan) si ella estaba aquí llorando conmigo después de que lo vieran conmigo.
Creo que soy una mala amiga por traicionar de esa manera a Susan.

Me vestí como lo demanda mi trabajo de vestir, soy asistente de un editor de libros.
Llegué a mi oficina que está da entrada a la oficina de mi jefe Stiven Samuels.

Mi oficina no es tan grande pero está bien acomodada, mi escritorio con mi con mi computadora está cerca de una pared de cristal que me da vista a toda la cuidad, las paredes son blancas con cuadros de varios eventos de libros, y mis muebles son color chocolate. Hay dos sillones frente a mi escritorio y pues mi silla que está más que cómoda, en ocasiones pienso en llevármelos a mi casa y no levantarme de ahí por nada del mundo. En mi escritorio tengo fotos de mis padres, y para ser honesta tengo una foto de Andy guardada en mi cajón derecho, pero está está bajo llave.

Me senté en mi silla y revise mis notas para ver qué citas tenía pendientes mi jefe hoy.

Entró a mi oficina, con su traje gris oscuro, lleva puesta una camisa blanca y una corbata gris del mismo color del traje.

- Buenos días señor Samuels - saludé cortésmente, me puse de pie para saludarlo. 
- Cuando estemos solos puedes llamarme Stiven -sonrió. Se paró a un lado mío y me azotó el trasero - Que pendientes tengo hoy corazón - beso mi mejilla.

Si, tengo una relación con mi jefe, todos tienen relaciones con sus secretarias. Pero en secreto obvio.

- Tienes una muy importante para después de trabajar - toque su paquete y me moje los labios sensualmente.
-Diablos, tú sabes cómo ponerme duro - se acercó peligrosamente a mi cuello. Hice mi cabeza a un lado para darle acceso. Este gustoso beso y lamió mi cuello.

Sono mi teléfono. Mire la pantalla, es Andy.
-No contestes -  susurro.
- Es el esposo de mi mejor amiga y si es importante -susurre. Este me dejó contestar.

- Hola - salude a Andy.
- Que haras hoy gatita - preguntó.
- Tendré que trabajar hasta tarde pero después podremos vernos - Stiven mordió mi labio.
- Estás bien - escuche a Andy aclarar su voz. Mierda sabrá que estoy...
Espera, el es esposo de Susan, no me tiene que importar que se entere de mi vida sexual.
- Si, solo me dio un cólico.
- Muy bien gatita nos vemos.
Colgué sin esperar respuesta.


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