Artistas

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La facultad de letras solía ser un caos con una gran variedad de personas, desde el estudiante de filosofía que comenzaba a dudar de su verdadera existencia a la estudiante de idiomas que comenzaba a olvidar como decir hola en su propia lengua.

Lo cierto es que si por algo destacaban los estudiantes de letras era por tener un ferviente deseo de expresar su opinión y ser escuchados, menos Jiang Cheng, Jiang Cheng solo estaba allí para observar y obtener su grado.

Llevaba dos años en la facultad, y hasta ese momento se había limitado a aprobar sus materias, observar a sus compañeros y escribir, sí, escribir

De carácter arisco no contaba con una extensísima lista de amigos así que prefería guardar lo que sentía y contárselo a un papel que ni te juzgaba, ni te podía mirar mal.

Podría hablar con su hermano Wei Wuxian, pero este probablemente estaría demasiado ocupado rondando por el conservatorio con el único propósito de molestar a su novio Lan Wangji.

Por otro lado, tenía a Nie Huaisang... Realmente ni siquiera lo tomaba como una opción disponible para hablar, estudiaba filosofía, comenzaría a divagar y ciertamente Jiang Cheng acabaría mucho más confundido que en el inicio de la conversación.

Vale tal vez debería expandir sus fronteras y hablar con más gente, pero realmente no le apetecía.

¿Cuándo había comenzado a guardar todo lo que sentía? al preguntarle directamente Jiang Cheng tal vez solo lanzaría una mala mirada y te mandaría a meterte en tus asuntos, en el mejor de los casos te contestaría con un '' no lo sé ''.

Pero lo sabía, claro que lo sabía.

Suponía que era el día que sus emociones lo sobrepasaron por primera vez.

Había ocurrido hace un año, Jiang Cheng había pensado que la clase de filología era lo suficientemente innecesaria como para poder saltarla, llevaba un día de perros y realmente no se encontraba dispuesto a escuchar durante una hora entera a una señora que muy lejos estaba de querer estar ahí.

A-Cheng comenzó a caminar alrededor de la facultad, hasta que llegó a una pequeña plazoleta, está era en si bastante sencilla con un banco y un pequeño estanque donde nacían pequeños lotos, pero lo mejor, no había nadie. En ese momento Jiang Cheng recordó que era la plazoleta que conectaba con la facultad de artes, su aspecto abandonado se debía a que ya casi nadie pasaba por ahí, pues el pasillo principal para llegar también llegaba a la cafetería y evidentemente todo el mundo prefería comer un dulce a ver flores o al menos eso le había dicho su hermano. No era una fuente muy fiable pero era lo único que tenía.

Jiang Cheng se encontraba realmente frustrado, así que se sentó en el banco y comenzó a respirar para no arremeter con el primero que se cruzara en su camino.

Lo iban a dejar solo.

Ese día Wei Wuxian le había comunicado a sus padres que se iba de casa a vivir con Lan Wangji. Su madre había montado una fiesta y el creía que realmente se sentiría feliz cuando eso pasará,pero no era así.

Y no tenía un por qué, ¿ Qué había de malo? Wei Wuxian era feliz después de muchos años siendo una causa perdida había encontrado su equilibrio en este mundo, ya no tendría su molesta presencia rondando en casa.

Su hermana también había hecho lo mismo años atrás con su respectiva pareja y aunque le había afectado sabía que la casa no se sentiría realmente vacía porque tendría a su hermano.

Ahora iba a estar completamente solo con el mar calmado que era su padre y la tormenta sin rumbo que resultaba ser su madre.

Pero no, Jiang Cheng sabía que no era eso, había convivido con sus padres toda su vida, no le afectaba en exceso.

Xicheng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora