Vuelve

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Jiang Cheng quería que Lan Xichen volviera

No se había ido a ningún lado, estaba ahí frente a él parado en el mismo lugar de Gusu donde se encontraba siempre.

Pero quería que volviera

El hombre que tenía delante y se mantenía de espaldas no tenía ni el menor vestigio del hombre que alguna vez había admirado

Estaba harto de ver como Lan Xichen se veía obligado a sonreír a todo el mundo, odiaba la sonrisa de Lan Xichen

Era falsa, no era de él

Tras lo ocurrido con el hermano jurado del jade mayor, este se había aislado pero con el tiempo se vio obligado atender las necesidades de la secta y a recibir la visitas que llegaban Gusu Lan.

Lan Xichen nunca dejó de sonreír en ninguna de esas reuniones

Pero Jiang Cheng lo odiaba por que la sonrisa nunca le llegó a los ojos

Todos hablaban en el salón principal de la secta, y sonreían hacia Lan Xichen como si nunca hubiera pasado nada, como si la persona de Jin Guangyao jamás hubiera existido.

Por momentos sentía que vivía déjà vus

Jiang Cheng quería echar a todo el mundo de Gusu Lan y hacer lo que fuera necesario para volver a ver a Lan Xichen

Tan solo quería que volviera

Que volviera a hacer sus visitas súper importantes de secta a muelle de loto más de tres veces al mes, aunque los temas realmente importantes pudieran tratarse en una sola reunión.

Que le contara como iba la vida de su hermano y sobrino, con el tacto que solo él conocía a sabiendas de que, si era verdad que Jiang Cheng amaba a su hermano y al hijo de este, también lo era que cada vez que este era nombrado una punzada atacaba a su corazón

Todo lo que pudo ser y no fue

Lan Xichen tenía que volver

Tenía que volver por que los discípulos de muelle de loto comenzaban a tener tendencias suicidas planteándose seriamente ahogarse en el muelle, debido al humor de el líder de secta

Lan Xichen debía volver

Jiang Cheng quería decirle que lo viera, que no estaba solo, que había más después de todo lo que había pasado.

Después de todo Jiang Cheng era el mismo que años atrás había vivido una situación parecida

Jiang Cheng quería creer que los sentimientos que llevaron a Wei Wuxian a perder el control no eran ni la mitad de mezquinos que los que llevaron a Jin Guangyao a hacer lo que hizo.

Pero en la fina línea del bien y el mal ¿ Quien tenía razón y quien se equivocaba ?

Los insultos hacia Jin Guangyao, el pretender que nunca existió, no iban a ayudar a Lan Xichen.

Esa persona había existido y las cosas que pasaron fueron sucesos, que ocurrieron, para bien o para mal.

Había evitar buscar culpables por que en la tediosa búsqueda de esto, al final uno mismo siempre se acababa señalando.

Lan Xichen debía volver por que Jiang Cheng lo necesitaba, más que al aire, más que a nada.

¡ Debía decirlo ! Las cosas que no decimos al final quedan como gritos al vacío

Cuando Jiang Cheng pidió ver personalmente al líder de la secta Gusu Lan todos los discípulos parecían haber entrado en pánico, negándose a que Jiang Cheng interrumpiera el "aislamiento" de su líder

Ciertamente Jiang Cheng no se molestó, solo pidió hablar con Lan Qiren y en ese momento parecía que los discípulos querían escapar a cualquier lugar pero definitivamente no ir a perturbar al viejo.

Entonces los discípulos vieron la oportunidad y corrieron, algo que por cierto va contra las reglas, hacia una figura que se veía a lo lejos, era Wei Ying que al parecer ordenó que cada uno volviera con sus tareas e ignorarán la presencia de Jiang Cheng, haría lo que tendría que hacer y si causaba algún problema el mismo se haría cargo.

A lo lejos Wei Wuxian lo observaba con ternura, como si supiera lo que se disponía a hacer.

Ninguno de los dos dijo nada, Jiang Cheng tan solo hizo un saludo informal con su cabeza y Wei Ying ensanchó aún más, si es que era posible, su sonrisa.

De repente un pequeño niño llegó tirando de las ropas de Wei Ying y este lo cogió entre sus brazos, abrazándolo en el acto.

Jiang Cheng guardaba rencor en su corazón, sospechaba que siempre lo haría, pero sabía que Wei Wuxian había recibido su castigo, uno que tal vez ni siquiera se merecía del todo

Pero lo que si se merecía y Jiang Cheng deseó que le durara eternamente fue la felicidad de la que ahora gozaba

Los viejos tiempos nunca volverían, los recuerdos, recuerdos son y en el pasado viven pero siempre se podrán crear recuerdos nuevos.

Con esa idea Jiang Cheng se adentró en la habitación de el jade mayor

La idea principal era sacar a Lan Xichen a patadas pero cuando lo vio allí con un semblante tan tranquilo, lo pensó mejor.

Tan solo se sentó a su lado, lo meditó por unos momentos, si era la decisión correcta o no, ya no tenía demasiada importancia

Jiang Cheng sacó a Zidian de su dedo anular y con total suavidad lo puso en el de Lan Xichen

El jade dio un respingo del susto, y del susto pasó a la sorpresa, viendo como unos rayos violetas brillaban alrededor de su dedo anular, Zidian aceptándolo como su dueño.

Las palabras sobraban

Entonces miro a Jiang Cheng y Jiang Cheng vio algo distinto en su mirada.

Quería que Lan Xichen volviera

Pero aunque no volviera completamente, aunque su corazón estuviera agrietado, Jiang Cheng lo amaría igual que lo amó durante sus años en Gusu, estando siempre dispuesto a prestar su corazón como refugio indefinido.

Es bastante corto, y siento la tardanza, quiero que sepan que dejaré de subir relatos cortos con regularidad por un tiempo, debido a que he empezado una novela, de Xicheng,  claro está.

La novela se llamará Kintsugi, y la sinopsis es bastante corta " Los rayos también son luz a través de la profundidad de las nubes"

Subiré el primer capítulo mañana y realmente me encantaría que la leyeran.

Como siempre, muchísimas gracias por el apoyo, los votos y comentarios, me ayudan a seguir escribiendo.

Nos leemos

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