Haiku comenzó a lanzar aún más rápido las bolas de fuego, pero la teletransportación de Haneku era mucho más rápida. Pero, él no lograba acercarse.
Haiku comenzó a dejar que se acercase. Haneku aprovechó y se abalanzó sobre él.
-Muere.- Comenzó a crear una especie de bola negra.
Haiku lo miró e hizo una bola de fuego también.
-Debes ponerte a salvo.- Me advirtió Cate, parecía asustada.
-¿Por q...? - No terminé la pregunta ya que me tomó de la muñeca y me arrastró lejos.
De repente, sonó una gran explosión.
-¡Haiku!- Grité, Cate y yo comenzamos a volver.
-¿Haiku?- Preguntó Cate.
-Estoy aquí.- Se escuchó detrás de nosotros.
-¡Me asustaste tonto!- Me acerqué a abrazarlo.
Él solo hizo un sonido de dolor. Claro, no me había dado cuenta de la herida que tenía a un costado.
-¿Y Haneku?- Preguntó Cate.
-Debió teletransportarse antes de la explosión.- Dijo Haiku con dificultad.
-Debemos curarte eso.- Señaló su herida.
-No es nada.-
-Eso se ve peor que yo.- Le dije.
[...]
-¿Ya estás mejor?-
-Sí.- Le sonrió.
Mientras volvíamos, decidimos que activariamos el portal en casa de Cate.
Osea donde estábamos ahora mismo.La casa de Cate era bastante grande si la comparabamos con la mía.
Tenía tres pisos, tres baños, dos cocinas, tres salas y seis habitaciones.
¡La mía con suerte tenía un baño!
Teníamos planeado encontrar el corazón del demonio puro mañana.
-¿Seguro que estás bien?- Le pregunté.
-Sí, Shiro.-