Into the new world

214 17 5
                                    


La primera vez que se vieron fue en una oficina, vestían ropas simples y llevaban el rostro al natural, sin maquillajes ni nada que ocultara sus más mínimos defectos y detalles.

En un edificio que tenía privilegios y comodidades para quiénes ahí triunfaran y ellas, tan solo eran aprendices, chicas principiantes con habilidades ha pulir.

Taeyeon se encontraba en esas cuatro paredes y había llegado ahí tras una dura clase de canto, llevaba cuatro meses entrenándose en la agencia para Idols buscando el sueño de algún día alcanzar el debut. Y es que para la pequeña Kim no era algo muy distante, poseía un don que muchos ya habían reconocido como un talento digno de explotar. Kim Taeyeon era un diamante en bruto que brillaría como el oro. Su voz era potente y su rango agudo, había nacido con la facilidad de cantar como un ángel.

— ¿Conoceré a las chicas que formarán grupo conmigo? — preguntó, mostrándose ansiosa ante el manager.

— Bueno, eso es precipitarnos. Conocerás a las posibles miembros del proyecto. — aclaró el hombre veinte años mayor que ella.

Cuando las integrantes entraron por la puerta, Taeyeon se volteó para analizarlas  y pensó que eran lindas. Vio a una chica inmensamente alta y delgada que le sorprendió, otra ruidosa y pequeña, como de su estatura. Pero entre todas, lo que más le llamó la atención fue una chica callada, que se ocultaba en una esquina y no buscaba llamar la atención del hombre.

Ella llevaba el cabello corto, a la altura de los hombros, miraba hacia abajo en todo momento y permanecía en silencio.

La segunda vez, se la encontró en una clase de canto.

Para Tae eran fascinantes, ya que le enseñaban técnicas que le hacían sonar mejor. Adoraba levantarse temprano y correr hasta el salón donde  le impartían aquella lección.

Tenía todos los ánimos de una chica de 19 años y las esperanzas de un adolescente.

Aquel día, se había topado a la extraña chica descansando contra la pared a la espera del maestro, la miró y se detuvo frente a ella, inclinándose para presentarse.

— ¡Hola! Soy Kim Taeyeon. Seremos compañeras. — saludó, mirando por el rabillo a ver si ella le reconocía.

— Eh... ¿Hola?. — dijo la contraria, en un acento que le causó curiosidad a Taeyeon. — ¿Eres la chica de ayer? — se apresuró a decir y rápidamente correspondió el saludo. — ¡Lo siento! ¡discúlpeme! Por las mañanas soy un poco torpe. — se lamentó con una excesiva cordialidad.

Aquello le causó gracia a la más baja, pues la ajena le ganaba por un par de centímetros en cuanto a estatura.

— Ha ha, no seas tan cordial. — mencionó Taeyeon abriendo la habitación para que ambas entraran.

— Debo serlo, usted es mi superior. Está a cargo del equipo... de todas, de las siete chicas y yo. — comentó siguiéndola temerosa, sin saber si debía adentrarse a la habitación.

— Solo seré la líder, eso puede cambiar más adelante. Por ahora somos compañeras... — le miró con duda, como si un detalle se le estuviera escapando. — ¿Cuál era tu nombre? — preguntó arrugando el ceño un tanto.

— No le he dicho. Lo siento. — se volvió a disculpar. — Soy Stephanie Hwang — dijo mientras le ofrecía la mano a la espera de que ella la estrechara.

Taeyeon quien jamás había salido del país, desconoció por completo ese saludo y aún más el extraño nombre. Sus ojos miraron con atención a la contraria y se quedó ahí con un signo de interrogación latente en toda la expresión.

Una canción, una historia / TaeNy OneshotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora