CAPÍTULO 08

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Liam

La maldita de Jade le fue con el chisme a Sean, por andar defendiendo a Nadira. Cuando salga de este lugar, le haré saber que conmigo no se juega. Es una perra en celo al andar atrás de mí, solo quiere que la lleve a la cama, pero eso nunca sucederá. La única persona que tendré retorciendo de placer será mi alma gemela y nadie más.

En este lugar me siento incompetente, desearía estar con Nadira para protegerla. Se supone que como su guardián mi deber es tenerla a salvo y no lo contrario. Al tener un oído tan desarrollado puedo oír unos pasos viniendo a donde me encuentro, llevo mi vista a la puerta en donde entra Sean mirándome burlón.

‒ Espero que tú también hallas aprendido, Liam ‒ no respondo. Esta tan cegado por su absurda sed de venganza, que no se da cuenta que ella puede ser su salvación. Se que muy tarde se arrepentirá y cuando eso suceda, Nadira estará muy lejos de él.

‒ ¿No piensas responderme? Bueno tú lo decidiste así ‒ inquirió con molestia, sin dejar de intimidarme. Se aleja para dirigirse a la mesa, pasa su mano tocando cada instrumento de tortura que hay encima de ella. Toma entre sus manos una daga de plata, si piensa que con eso le rogare está demasiado equivocado.

‒ Siempre pensé con el tiempo podrías superar el pasado y perdonar, pero me equivoqué. Como te mencione antes ella no tiene la culpa, déjala ser feliz en vez de estar sufriendo. Su padre es el que debería estar aquí no ella... ‒ me quedo callado meditando lo que voy a decir ‒. No sé cómo la diosa pudo darte un alma gemela, sabiendo la clase de monstruo que eres, tan cruel y despiadado. Si yo fuera Nadira, te hubiera rechazado sin pensarlo dos veces.

La daga pasa por mi abdomen sintiendo como quema en mi piel, aprieto los dientes para no soltar un grito. Eso haría sentirlo superior a mí y no pienso darle el mínimo gusto. Se pone de cuclillas hasta quedar a mi altura, aprovecho y le escupo en la cara, sonríe de forma perversa al clavar la daga más profunda en mi abdomen.

‒ Me das lastima, Liam. Tratando se hacerte el héroe cuando en realidad eres un insignificante lobo que no sirve ni para pelear ‒ pronuncio sus palabras con veneno, aprieto los puños con fuerza.

«Ya veremos quien ríe al último» ‒ pienso.

‒ ¿Estás enamorado de ella? ‒ su pregunta me toma por sorpresa.

‒ ¿Crees que soy como tú? Yo jamás me relacionaría con mujeres ajenas, se te olvida que soy virgen imbécil.

‒ Que te puedo decir, soy irresistible. Cierto, eres un inexperto acerca en el tema del sexo, me compadezco de tu alma gemela cuando se entere que eres un hombre inexperto y ella una maestra con experiencia ‒. Maldito infeliz, tan podrido tiene su corazón para llegar a tener lastimas por alguien.

‒ No mereces que te dejé en libertad, pero lo haré de todas maneras. He decidido retirarte del cargo de beta, en este instante dejas ser él beta y mi mejor amigo...‒ llevo la mano a su barbilla, como si estuviera pensando ‒. Para que veas que no soy una persona inhumana, te exilió del reino donde ninguna otra manada podrá brindarte asilo.

A eso le llama inhumano. Claro, cualquier líder acatará una orden por parte suya, excepto el consejo.

‒ Serás el alfa real, pero los únicos que deciden quien sustituir de sus cargos son el consejo ‒ informó con calma, su cara pierde color y me contengo las ganas de no reírme.

Retira la daga de mi abdomen, entierro las uñas en el piso cuando la termina de sacar por completo. Suelto un suspiro de alivio cuando por fin dejo de sentir la molestia de la plata, con cuidado llevo una mano a la herida y me detengo al oír lo que dice el desquiciado de Sean.

El Alpha Arrepentido ( Saga Arrepentidos #1) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora