CAPÍTULO 12

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Nadira

Caminó sin rumbo en medio de un bosque, no tengo idea que en este lugar. Puedo mirar a lo lejos un ¿Castillo? Será que hasta en mis sueños me torture ese hombre. Corrí lo más rápido y sin fijarme tropecé con una vendita rama.

Mala idea por correr demasiado deprisa.

Al ponerme de pie un leve ardor siento en la rodilla, paso mi mano y al mirarla puedo notar que está manchada con sangre.

‒ Está bien, hija ‒ la respiración se me corta cuando reconozco aquella voz que todas las noches aparece en mis sueños.

Me doy media vuelta y los ojos se me llenan de lágrimas.

‒ M-Mamá ‒ murmuro con sorpresa, sin pensarlo corrí a sus brazos.

Me aferro a su abrazo y aspiró su suave aroma a rosas.

‒ Me haces mucha falta.

‒ Lo sé, cariño. Tienes que ser fuerte, Nadira, tendrás que afrontar muchas cosas y solo tú decidirás el camino correcto ‒ sus palabras son casi las mismas que me había dicho Liam.

En mi mente es un caos por todo lo que estoy viviendo, desearía que todo fuera una pesadilla y cuando abriera los ojos se esfume como la niebla.

‒ Mírame, Nadira.

Hago lo que me pide.

‒ El pasado será revelado, y sólo tu elegirás con quien quedarte. Recuerda una cosa hija, nunca debes dejar que en tú corazón se siembre el odio y rencor.

Lleva sus manos a mi vientre plano y sonríe con ternura. Es como si ella supiera que estoy de encargo, con solo esa señal me da entender que mis sospechas si eran ciertas.

‒ Él es muy afortunado, pero lástima que sus decisiones lo han llevado por el camino equivocad ‒ su comentario me deja sin habla ‒. Sean se ha ganado que sus propios hijos lo desprecien,

Parpadeo varias veces. Acoso escuche que dijo... ¿Dos?

‒ D-Dos ‒ dije, sintiéndome como si estuviera hablando con una retrasada.

¡Maldita sea! Él ingrato hasta tuvo doble puntería con su esperma.

‒ Ambos serán fuertes y sanos ‒ dijo con cierta emoción en su voz ‒. Se que tenías ciertas sospechas respecto a las posibilidades de estar embarazada, pero recuerda que ellos no tienen la culpa del padre que dono el esperma.

Oh, claro que lo tienen.

‒ Mi padre me comentó quien eras madre, así que la única culpable eres tú. No puedo tener dos hijos de una persona que ni siquiera me ama y aparte cada vez que me castiga pronuncia quererme muerta que ironía no ‒ le reclame.

‒ ¿Qué pasaría si no los quiero tener? ‒ me miro decepciona.

‒ Eres capaz de atentar con tu propia sangre ¡Respóndeme, Nadira! ‒ doy un brinquito llevando mis manos a la cabeza.

‒ ¡No puedo tener hijos de un monstruo!

No puedo tenerlos, ese hombre me los arrebataría de mis brazos o hará que los aborte. No soportaría el dolor, de solo imaginarlo entro en pánico.

‒ Se el daño que te ha causado, pero pronto acabará. Tienes que ser fuerte y pensar si los tendrás o no, solo ten presente que eso quedara en tu consciencia.

El Alpha Arrepentido ( Saga Arrepentidos #1) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora