Sean
Nunca imagine que esa tranquilidad la encontraría teniéndola entre mis brazos, sé que no merezco esto ya que fui un completo imbécil, aunque ni esa palabra describe el dolor y sufrimiento que le provoque. Llevo una mano a su vientre abultado y comenzando a dar pequeñas caricias, me pongo de cuclillas y dejó un beso sobre este. Puedo asegurar que ella está sonriendo, igual que yo y más por sentir como mis cachorros se mueven dentro de ella.
‒ Mi luna ‒ sus ojos se encuentran con los míos ‒. Te prometo que no dejaré nadie los lastime, siempre los protegeré.
Nunca volveré a permitir que alguien o tan siquiera yo los lastime, jamás me lo perdonaría preferiría vender mi propia alma antes de verlos lastimados.
‒ Te amo, mi Alpha ‒ la atraigo pegándola a mi cuerpo, bajo la cabeza para poder quedar cerca de sus labios para después adueñarme de ellos.
Nos separamos y fijamos nuestra vista a las personas que son testigos de nuestra pequeña escena. De un momento a otro entro en pánico al ya no sentir entre mis brazos a mi luna, desesperación es lo que siento en mi cuerpo al no verla por ningún lado, tal parece que mis gritos son de en vano. Me detengo al visualizar a dos niños jugando muy felices con una pelota roja, no pierdo el tiempo y me encamino a su dirección.
Una vez estando frente a ellos los veo con asombro al mirar un pequeño y una pequeña mini copia de Nadira y mía, se percatan de mi presencia y una sonrisa se forman en sus labios al mirarme.
‒ Papi vamos a jugar ‒ con solo oir la primera palabra de la pequeña castaña basto para sentir alegría, me toma de la mano para que la siga y una sonrisa boba se forma en mis labios.
‒ ¿Y qué quieren jugar, cachorros? ‒ les pregunto y veo como ambos llevan sus manitas a su mentón como si estuvieran pensando, luego se miran entre si sonriendo de forma cómplice.
‒ ¡A las escondidas! ‒ gritan al mismo tiempo, para minutos después correr a esconderse entre los arbustos.
‒ ¡No te oímos contar! ‒ grita el pequeño de ojos grises.
Negué divertido por sus exigencias. Me volteo hacia él árbol y comienzo a contar, una vez que terminó emprendo mi búsqueda por cada rincón del parque hasta que detengo mis pasos por mirar corren de un lado hacia otro a toda la gente de la manada.
¿Qué estará sucediendo? ¿Dónde están los pequeños?
Todo mi cuerpo se tensa al ver como dos demonios se llevan a la fuerza a mi luna, aprieto los puños y siento mi vista nublarse por furia. Me transformo y corro hacia ellos solo que cada vez que avanzo me es imposible alcanzarlos, me detengo al mirar como una sombra oscura se forma delante de mis ojos apareciendo el causante de todas las desgracias que me ha ocasionado hacer.
‒ Por fin a llegado el momento que tanto deseabas vengar la muerte de tus padres, Sean ‒ sus palabras causan un escalofrío que recorrer por todo mi cuerpo al oír su voz cargada de odio y otro sentimiento me es difícil descifrar.
‒ N-no los lastimes ‒ le suplicó entrando a su mente, por primera vez en toda mi vida el miedo se apodera. Ese sentimiento que por años oculté para ser la persona que me he convertido y nunca volver hacer aquel pequeño débil que fui en mi infancia.
Los llantos de mis cachorros y las suplicas de la castaña me hacen sentir completamente incompetente por no haber sabido protegerlos como les prometí.
‒ Tiempo atrás tenías un sólo objetivo y era derramar la sangre de la escoria que te arrebato a tus padres. Sólo mira en como acabaste siendo una persona en poner los sentimientos de por medio y sabes que les pasan a ellos, observan como otros se desasen de sus problemas. ‒ dice fríamente ‒ ¡Agárrenlo!
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El Alpha Arrepentido ( Saga Arrepentidos #1) [EDITANDO]
WerewolfA veces pensamos que con nuestras propias manos podemos hacer justicia, sin pensar en el daño que ocasiones. En mi caso fue la sed de venganza la cual me llevo a dejar cicatrices a una mujer inocente. El odio y renco fueron dos combinaciones perfect...