CAPÍTULO 19

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Nadira

‒ Mi niña, debes volver con tu familia ‒ negué, en este lugar me siento a gusto, aquí encontré esa paz y tranquilidad que había olvidado.

‒ No puedo mamá ‒ musito ‒. Tal vez ese hombre me encuentre y me vuelva encerrar ‒ confieso con temor, mi madre se acerca y pone sus manos en mis mejillas.

‒ Él nunca hará eso ‒ me asegura ‒. Debes ser fuerte por tus hijos, recuerda que ellos necesitan a su madre ‒ quita sus manos de mi cara y me indica que la siga.

‒ Te mostraré algo que te hará cambiar de parecer.

Nos detenemos al llegar a una fuente. En eso mi madre empieza a murmurar palabras en otro idioma que desconozco, mi asombro es tan grande al ver como el reflejo del agua comienza a mostrar dos hermosos bebes durmiendo en sus cunas.

‒ ¿Quiénes son? ‒ le pregunto, y un golpe en la cabeza es lo que recibo de su parte.

En eso aparece la silueta de un hombre que no tardo en saber de quien se trata, puedo ver la felicidad y cariño que reflejan sus ojos al mirar aquellos bebes a través del cristal que los separa. Una enfermera se acerca a él y al parecer comienzan a intercambiar palabras a lo que veo que él acepta con entusiasmo a lo que le dice la enfermera. Puedo ver como ingresa en aquella sala con un traje azul haciendo que parezca un pitufo, todo se detiene a mi alrededor y siento mi corazón derretirse de ternura por presenciar aquella escena que deleitan mis ojos en como sostiene entre sus brazos a la bebé con delicadeza como si tuviera miedo en lastimarla.

Estoy tan sumergida en mi burbuja imaginando que Marcus fuera el verdadero padre de mis hijos y como fuera nuestra vida casi perfecta, solo que todo ese encanto es interrumpido por la voz de mi madre haciendo que estalle aquel mundo que anhelara que fuera real.

‒ Son tan hermosos mis nietos y ese joven tiene tanta suerte de formar parte de sus vidas, el amor que siente por ti es tan grande que no le importa que esos niños no lleven su sangre ‒ sus palabras causan un nudo en mi garganta, nunca debí desconfiar de Marcus, él a pesar de saber mi desconfianza de las personas en ningún momento se alejó de mi, sino hizo todo lo contrario se quedó a mi lado para protegerme y demostrar que jamás llegaría a lastimarme.

Ahora que lo recuerdo se supone que faltaban cuatro meses de gestación para que llegaran a este mundo. Y como si lo hubiera hablado en voz alta, las palabras que son pronunciadas por mi progenitora me dejan sorprendida.

‒ Quizás te preguntaras. ¿Por qué se adelantó? ‒ asiento ‒. El embarazo de una humana y una mujer loba es muy diferente, verás el de nosotros dura aproximadamente cinco o seis meses de gestación, cosa que el de una humana dura ocho o nueve meses exactos ‒ trato de que toda esa información procese en mi cerebro lento, hay muchas cosas que aún me cuesta acostumbrarme y puede que tarde un tiempo en poder comprenderlas.

‒ ¿No se supone que soy humana? ‒ pregunto confundida.

Se supone que todavía mi cuerpo sigue adaptado al de un humano ya que a pesar de que mis poderes fueron liberados y mi loba interior, nunca llegue a transformarme y mucho menos desarrollar mi parte vampiresa.

‒ No. Ante los ojos de cualquier persona ya sea una especie sobrenatural, tú aroma siempre será de humano, por más que intentes liberar tu propia identidad ellos jamás lo podrán identificar porque solo está en tu decisión a quienes les permitas que reconozcan en quién eres en realidad, lo único que falta son dominar tus poderes, los cuales aparecerán en el momento menos inesperado.

Continúa hablando ‒ Y eso también incluye a mis nietos, solo que ellos ya han decidido revelar su naturaleza al hombre que eligieron como su padre ‒ cada vez me sorprende las palabras que sale de su boca ‒. Ellos te necesitan, Nadira ‒ no puedo negarme, sino regresó le dejaría una gran responsabilidad que no le corresponde a Marcus.

El Alpha Arrepentido ( Saga Arrepentidos #1) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora