El Alpha Arrepentido ( Saga Arrepentidos #1) [EDITANDO]

CAPÍTULO 13

Omnisciente

Los gritos desgarradores y súplicas de Nadira resonaban en toda la celda, eso llegó a remover cierto sentimiento de lastima en un prisionero que se encontraban en el mismo lugar que ella.

De repente todo quedó sumido en un lúgubre silencio.

Eso desespero al prisionero intentando abrir deprisa la celda en eso se detuvo cuando vio como los guardias salían corriendo con caras de espanto.

‒ Malditos cobardes ‒ susurró.

Con facilidad abrió la celda y se dirigió a donde se encontraba la joven humana. Cuando puso un pie en aquella celda se acercó a ella y este comenzó a maldecir a los hombres que salieron huyendo por mirar como la sangre resbalaba en el cuerpo desnudo de Nadira, su rostro se descompuso por verla como su piel pálida y sus labios comenzaban a ponerse morados. No perdió el tiempo y deprisa se quitó la camisa para cubrir la desnudez de ella.

La cargó entre sus brazos y salió deprisa ignorando los llamados de sus demás compañeros. Lo único que le importaba en ese preciso instante era salvar a la castaña y también sentía cólera por aquel alpha que no tenía respecto ante una mujer.

(...)

Mientras tanto Sean se encontraba con su amante sin tener la más remota idea que la joven humana había sido liberada de aquel infierno. Pensaba que con el castigó aprendería la lección de nunca volver a rechazarlo. Ethan, su lobo estaba angustiado por la castaña y sus cachorros, gracias al lobo de Liam se enteró que su descendencia venia en camino. Odiaba haber reencarnado al lado de una persona tan cruel y sin escrúpulos, pero este no se quedaría de brazos cruzados le daría una cucharadita de su propia medicina a Sean, y que mejor ocultándole aquel secreto. Le pediría al lobo de Liam que se encargará en buscarle un buen hombre a Nadira, pero que este si supiera cuidarla y valorarla.

La nana de Sean los fantasmas del pasado la atormentaban cada noche, ella no estaba al tanto de lo que ocurría afuera de las cuatro paredes de su recamara, ya que Sean le prohibió salir debido a su enfermedad. Ya no podía soportar seguir ocultando la verdad, se culpaba de haber callado muchos años y ella quiere morirse con la conciencia limpia, camino al closet para sacar la caja donde se encontraban las pruebas de aquella traición.

‒ Por fin llegó el momento de decir la verdad.

(...)

En la manada Crystal Moon Travis se dirigió a ver quién era la misteriosa persona que buscaba a su amigo Liam, sospechaba de Sean que allá mandado infiltrar a un desconocido como hace tres años atrás, pero eso no podía ser porque ordenó a cada integrante de su manada que callara el nombre del forastero que encontró en los límites de sus tierras, solo que no faltaba un soplón de ir a informarle para ganarse unas cuantas monedas de oro.

Cuando estaba por llegar a las escaleras vio a Jordán dirigiéndose a su habitación con una mujer rubia a su lado que a lenguas descifro que se trataba de otra mujer desesperaba por estar en su cama.

No le pareció extraño que su beta traiga a cualquier mujer para tener sexo y al día siguiente correrlas a patadas de la mansión.

Al bajar el primer escalón miro hacia abajo encontrándose a un joven rubio, quien no apartaba la mirada por donde se fue Jordán con la rubia. Olfateo el lugar y frunció el ceño al sentir un olor a vampiro que desprendía aquel rubio.
No se dio cuenta en qué momento bajo los escalones deprisa hasta quedar en frente del vampiro.

‒ ¿Quién eres? ¿Cómo entraste al territorio sin ser detectado por tu olor? ¿O mejor dicho porque buscas a Liam? ‒ lo bombardeo con muchas preguntas, pero todas fueron ignoradas por el rubio porque en su mente se repetía la palabra "rechazo" constantes veces.