CAPÍTULO 16

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Nadira

Cuando Marcus me hizo la ecografía sentí un gran alivió con saber que mis bebés se encuentran bien, pero a la vez me preocupaba cuando me conto acerca del hechizo que Liam lanzó para protegerlos, diciéndome que la barrera de protección se está debilitando y lo que menos quiero en estos momentos es mi vientre sea notado. Según la poca información, tengo entendido que Sean es el rey de los licántropo así que debo ser precavida para que nadie deba enterarse que llevó cargando en mi vientre a los futuros príncipes del maldito sarnoso.

Solo faltan tres días para salir de este paraíso en donde llevo un bocado a mi boca todos los días, nada que ver como en aquel sótano que me llevan la comida cada tercer o cuarto día, ni se compadecen de mi para aventarme tan siquiera un trozo de pan acompañado junto con un vaso de agua. Marcus me propuso huir con él, pero de inmediatamente me negué ya que ambos no llegaríamos ni a la entrada porque ese infeliz tiene ojos por doquier.

Jamás podré escaparme de ese monstruo por llevar en mi piel la asquerosa marca de sus iniciales atándome a un infierno a su lado y sin tener la oportunidad de poder rechazarlo.

‒ Mi única opción será la muerte ‒ pienso.

‒ Buenos días, Nadira ‒ saluda Marcus cuando entra y detrás de él viene su prima.

Los dos han sido de gran ayuda, pero en especial Marcus. En la semana que paso pude conocer un poco de este hombre, llevándolo a describir que es: cariñoso, amable y sincero igual que su hermano. Como hubiera deseado tener a uno de ellos como alma gemela, solo que por desgracia del destino me llevo a emparejarme con un hombre lleno de deseos de venganza, frio y calculador.

Estaré orgullosa de ellos el momento que formen una familia porque sé que serán unos buenos padres y esposos.

‒ Verónica, te horneo unas deliciosas galletas de jengibre ‒ dijo, mostrando la bolsa.

‒ Muchas gracias, Vero ‒ agradezco.

Le arrebato la bolsa y al abrirla el delicioso aroma llega a mí nariz causando que mí estómago gruña y termine sonrojada.

‒ Esperó que te gusten. Me encantaría quedarme un rato más, pero le prometí a mi mamá acompañarla a comprar los ingredientes para la comida ‒ comenta apenada.

Deja un beso en mi mejilla y se aleja sin antes advertirle a Marcus que no dejará que el perro sarnoso me llevara a la fuerza. Abandono la habitación dejándonos solos y en un silencio incómodo.

Abrí la bolsa y saqué una galleta. Cuando estaba por morderla sentí las manos de Marcus acariciar mi cabello, por un momento mi cuerpo se puso tenso por temor a que me hiciera daño, pero segundos después me tranquilizo.

‒ ¿En qué piensas, castaña? ‒ pregunta, mientras toma un mechón de mi cabello para comenzar a hacer ondas en él.

‒ Qué hubiera sido muy afortunada tenerte como alma gemela ‒ al parecer hable en voz alta sin medir mis palabras.

Deja de jugar con mi mechón y me mira fijamente. Mis mejillas no tardaron en ponerse coloradas.

‒ De seguro piensa que soy una ofrecida ¡Eres una tonta, Nadira! ‒ pienso.

‒ ¿Y si nos damos una oportunidad? ‒ sus ojos me miran con un destello de esperanza.

‒ Lo siento, Marcus, lo nuestro no tiene futuro. A lo mejor tu alma gemela esta allá fuera buscándote y tu aquí pidiendo una oportunidad a una persona que tal vez no puedas llegar amar por su pasado ‒ confesé esquivando su mirada.

Me toma del mentón y me obliga a mirarlo.

‒ Ella nunca aparecerá porque me dejó por otro hombre, según él si le daba los lujos que yo nunca le podría ofrecer ‒ las palabras de Marcus causan que mi corazón duela.

El Alpha Arrepentido ( Saga Arrepentidos #1) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora