My Beautiful Boy.

Años olvidados.

Pongo mi mano sobre la suya y lo miro de nuevo por millonésima vez, desde que esta inconsciente en esta cama de hospital hace desde hace dos semanas. El esta recostado sobre varias almohadas detrás de su cabeza, su cara esta pálida y tiene un gran corte al lado derecho de su frente. Su cara tiene varios moretones, así como sus manos y uno en su clavícula se ve mas delgado de lo normal. Tiene el labio inferior hinchado, sus ojos aun cerrados como medias lunas dejan ver sus largas pestanas cafés. Unas pestañas que siempre me encantaron.

Cierro mis ojos de nuevo y aprieto más la mano de Kyuhyun. Estoy en el hospital de Seoul, llevo más de dos semanas sin despegarme de el. Incluso parece que ya conozco esta habitación de hospital como la mía propia. Cada pared pintada de un brillante color blanco. Completamente vacía de las paredes. Ningún cuadro o alguna pintura. Y solo las maquinas que hacían el sonido de ‘’Beep..beep..’’, que indicaban que el corazón de Kyuhyun aun latía, tomaban una pequeña parte de la habitación, junto la cama en donde el estaba recostado, inconsciente, como si nunca fuera a despertar de nuevo.

Yo estoy sentado en un sillón al lado izquierdo de el. Su mano bajo la mía.

Seguramente algunos pensaran que soy solo estoy aquí porque soy su amigo, seguramente cuando el despierte-si es que lo hace-el como siempre, pensara que lo hice por ser su mejor amigo también .El me dará las gracias ,algo que todo mundo haría si fueran atropellados y su mejor amigo se quedara en el hospital todos los días, me dirá el gran amigo que soy y que me debe una muy grande y después regresaríamos de nuevo a la universidad, como si nada hubiera pasado. Como si solo hubiera hecho esto porque solo lo quiero como ‘’amigo’’. Para él y para ellos solo estoy aquí como amigo. Porque es lo que parezco…su amigo.

Esos pensamientos me causan una inmensa tristeza. Cada vez que pienso en eso siento un vacio en el estomago y un hoyo en mi corazón. Algo que después de mucho tiempo había sentido y que ya había aprendido a superar y controlar. Jamás mostraba mis verdaderos sentimientos con el. A pesar de que el lo hacía conmigo, yo no. No era como yo. No podía ser yo junto a él. Porque si lo hacia, el se alejaría de mi.

Saco mi celular para mirar la hora. Las doce y media de la noche. Sus padres no tardarían en llegar.

Con toda la fuerza de mi alma. Retiro mi mano de la suya. A pesar de que sus padres sabían de nuestra larga amistad-desde los doce de edad, misma secundaria , mismos amigos, mismos gustos, mismas clases. Y ahora misma universidad. Misma carrera. Compañeros de cuarto-yo no quería interpretar otra cosa más que ser su amigo.

Aunque no creo que eso pasaría, no me podía arriesgar.

Le paso mi mano por la suya una última vez, tocando cada uno de sus dedos de pianista. Y me quedo un minuto viéndolo de nuevo. Un minuto más no era de pesar.

-Te amo.-le susurro con toda mi alma y el deseo de que pueda despertar pronto.

Recorro el sillón hacia atrás y espero por sus padres.

Me siento en el sillón solo estoy mirando la hora hasta que lleguen los padres de Kyuhyun. Ellos siempre estaban aquí a la una y para eso faltaban treinta minutos.

Yo espere.

Después de estar dos semanas viniendo al hospital, casi viviendo aquí, sin dormir… cuidando de Kyuhyun. No me había dado cuenta de cuan hambriento y exhausto estaba. De un momento a otro el sillón es el lugar más cómodo del mundo. Me acurruco en él y apoyo mi cabeza en el respaldo de el sillón. Mi mirada en el cuerpo de Kyuhyun a unos metros delante de mí.

Tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.

Y con mi mirada sobre él, de un momento a otro caigo dormido.