Abrazo 6: Este Deseo

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Narra Takato

- Dios, muero de hambre. - Expresé entrando a mi casa con Chunta atrás de mí, cargado hasta el cuello de bolsas, mientras que yo solamente cargaba unas cuantas frutas.

- Yo también, no creí que tardaríamos tanto. Ya casi es mediodía. - Dijo cerrando la puerta atrás de mí. - ¿En dónde pongo estas bolsas?

- Ponlas en el piso de la cocina, luego guardo la comida. - Respondí.

- De acuerdo. - Hizo lo que le pedí. - Y bien, ¿qué quieres comer? - Preguntó recargándose en la barra de la cocina.

- Eeemm... - Pensé por un momento. - ...S-Si no te molesta... Siempre he... Siempre he querido probar el pan francés... - Dije muy avergonzado, pero en serio tenía ganas de probarlo.

- Entonces pan francés será. Si quieres también podemos cocinar algo para la tarde. ¿Qué te gustaría?

- ... La verdad no sé, lo dejo en tus manos. - Respondí tras pensar un rato.

- Bien, entonces te enseñaré a preparar mi especialidad, paella. - Farfulló haciendo un ademán raro.

- ¿"Pa-Paeya"? - Repetí confundido.

- Es un platillo español, que es básicamente arroz con pollo, cerdo, mariscos y algunas verduras. - Explicó sonriente.

- Ah, ya veo... Chunta, ¿eres español? - Inquerí

- ¿Eh? No, ¿por qué preguntas?

- Pues luces algo europeo, tener ojos claros y ser rubio no es nada común aquí, además de que eres muy alto y sabes eso de "paeya" - Dije dando a entender mi conjetura.

- Bueno, en realidad soy un cuarto español. - Respondió rascándose la nuca.

- ¿Cómo que un cuarto español? Habla claro.

- Mi abuelo es español, pero mi abuela es japonesa.

- Ah, ya.

- Pero bueno, empecemos. - Vociferó hurgando entre las bolsas.

- Bien. - Concluí.

Pues eso de "enseñarme a cocinar" no resultó nada bien, y la verdad es que Chunta terminó cocinando todo, mientras que yo me la pasaba poniéndome alcohol y curitas en las manos.

Chunta me intentó enseñar a hacer el pan francés, pero terminé quemándome con la estufa. Luego intentó enseñarme a cortar verduras y frutas, y terminé con los dedos todos cortados; incluso algo tan sencillo como pelar camarones lo terminé arruinando, los pobres camarones terminaron hechos puré. En serio que no sirvo para la cocina.

- Ten, Takato-san. - Dijo poniendo enfrente de mí un plato con dos rebanadas de pan francés, con miel encima y algo de fruta al lado. Se veía muy rico. - Itadakimasu* - Farfullé tomando un bocado, y en verdad sabía delicioso.

- ¡Wow, ésto está realmente bueno! - Dije devorando la comida, hablando sin darme tiempo de pasármela.

- Jaja, me alegra que te guste. - Dijo Chunta comiendo también, aleteando un par de blancas y emplumadas alas. - Perdón por no haberte podido enseñar a cocinar, Takato-san. - Expresó un poco desanimado.

- No te preocupes, no es tu culpa. Sé que soy un desastre para la cocina. - Declaré esbozando una pequeña sonrisa. - Cuando era pequeño, mi abuelo una vez nos intentó enseñar a cocinar a mi abuela y a mí, y pues, casi incendiamos la casa. - Conté riendo ligeramente. - Ella también era muy mala cocinando, creo que mi talento para quemar la comida lo heredé de ella.

Muy Juntos Por SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora