La Rosa Roja (Sonamy)

Capitulo 14

No había captado ni un poco de sueño. Había estado despierto toda la noche pensando en lo que había sucedido en la habitación de la joven rosa. ¿Había sido... un beso? Sonic había visto a otras personas haciéndolo en sus viajes, pero él nunca lo había experimentado. ¿Por qué había hecho eso? ¿Significaba que él también era especial para ella?

Sonic había estado corriendo sin parar desde que se había transformado completamente a la normalidad, pensando que el aire fresco de la mañana despejaría su cabeza. Sin embargo, no ayudó mucho en absoluto. De hecho, se podría decir que hizo exactamente lo contrario. No importaba a dónde fuera la mancha azul, él vería la cara de Amy: en las nubes, en los espejos y el agua, incluso en otras personas. Estaba empezando a inquietarlo. ¿Por qué estaba tan obsesionado, tan cautivado por ella? Ni siquiera sabía a dónde iba, solo dejando que sus instintos lo guiaran. En poco tiempo, Sonic se encontró afuera de la puerta de la casa de la abuela Rose. Contra su mejor juicio, llamó a la puerta.

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El Dr. Armadillo fue a visitar a Amy esa mañana temprano y él le dijo que su tobillo se había curado lo suficiente como para poder caminar; Sin embargo, se le advirtió que se lo tomara con calma. Le dio a la niña una muleta para que la usara antes de irse, y aunque a Amy no le gustaba demasiado, estaba agradecida de haber tenido la oportunidad de caminar de nuevo y poder finalmente salir de su cama.

En este momento, Amy estaba leyendo un libro en la sala de estar, aunque le costaba mucho concentrarse en él. Sus pensamientos ocasionalmente derivaban a lo que sucedió anoche con la bestia y al inesperado beso que ella compartió con él. Ella trató de alejar esos pensamientos, pero siempre volvían a la vanguardia de su mente sin importar qué. Amy estaba a punto de dejar de leer y planeaba hacer algo más con su tiempo cuando, de repente, llamaron a la puerta principal.

"¡Yo abro, abuela!" gritó mientras dejaba el libro y lentamente se levantó del sofá.

Cojeó mientras caminaba, usando la muleta para ayudarla a moverse y soportar su peso mientras se dirigía hacia la puerta. Una vez allí, Amy lo abrió para descubrir que no era otro que Sonic parado justo frente a ella. Se mordió el labio inferior; al verla solo con su camisón y unos pantalones cortos que le hacían juego a su figura, hizo que su corazón comenzara a latir salvajemente dentro de su pecho. Cerró los ojos, respiró hondo antes de abrirlos hasta la mitad y sonrió disculpándose, manteniendo deliberadamente sus ojos en sus zapatos.

"Hola Amy", saludó.

"¡Oh! ¡Sonic!" Amy exclamó cuando sus ojos se abrieron por la sorpresa. Ciertamente no había esperado verlo allí en su puerta, ni pensó que él había venido a visitarla después de todo este tiempo. "Es um, ha pasado un tiempo ... entra", agregó.

Sonic entró, con los ojos apartados de Amy cuando ella se hizo a un lado para dejarlo entrar. Oyó que la puerta se cerraba detrás de la niña, seguida por el sonido de su muleta en el piso de madera mientras ella cojeaba hacia la sala de estar. La siguió sin pensarlo dos veces, como un cachorro detrás de su amo. Se sentó en el sofá antes de indicarle que se uniera a ella.

"Entonces, um., ¿Cómo estás? No te he visto en los últimos días. ¿Está todo bien?" ella le preguntó.

Los ojos esmeraldas de Sonic se estrecharon mientras descansaba los codos sobre las rodillas. "Perdón por eso", se disculpó, "yo solo ... necesitaba tiempo para resolver algunas cosas". Sí claro. Lo único que había ganado era un mal caso de agotamiento, y un ojo que todavía estaba bastante hinchado. También parecía cansado, como si no hubiera dormido bien en un par de días. Levantó un poco la cabeza, aunque todavía no miraba la cara de Amy. No era que ella temiera su ira, sino lo que causaba que se agitara dentro de él cada vez que la miraba. "Amy, también quería disculparme ... por mi comportamiento el otro día con Tom. Nunca debí haber perdido el control de esa manera. Mi temperamento a veces me saca de quicio, especialmente cuando alguien inocente está siendo lastimado deliberadamente... especialmente tu...." esto último lo murmura para sí mismo.