La Rosa Roja (Sonamy)

Capitulo 46

En el capítulo pasado Knuckles descubrió la maldición de Sonic, y para explicarle cómo y el porqué fue totalmente complicado y una pérdida de tiempo. Pero pasemos a lo que está sucediendo ahora.

Tails preparaba todos sus utensilios médicos junto con su casi patético ayudante chip. Se encontraban en el sótano, necesitaban cerrar la herida provocada por la bala de Knuckles. Sonic se sentó paciente en el suelo junto con Amy quien no se separaba de él, y en una casi oscura esquina se encontraba Knuckles quien observa los movimientos del werehog. Como inconscientemente se relamía los labios y mostraba sus colmillos lo ponía incomodo. Esto no pasó desapercibido por el werehog, le daba un extraño placer ver como el equidna emanaba un aura de temor e inseguridad.

Cuando Tails se acercó a Sonic con la intención de curarlo de nuevo, al mirarlo detenidamente su cara pasó de bueno a asco.
"S-Sonic? Que es lo que tienes e-en tu... ya sabes, pelaje?" Tails no pudo ocultar el sentimiento de querer investigar sobre la sustancia que hace encima del werehog. Este confundido se revisa y se impresiona al ver manchas espesas de tonos morado oscuro que casi se camuflaba bien con el pelaje de la bestia. De un momento a otro, por puro instinto Sonic empieza a olerlo para luego lamerlo dándole disgusto a los demás presentes.

"Que? Así soy yo, acostúmbrense."

Tails vendo la herida y con suma rapidez tomo una muestra de ese líquido y se trasladó a un escritorio no muy cercano de la camilla hospitalaria. Solo unos minutos después, lo suficiente como para que Amy regañara a Sonic por lo antihigiénico que era, trajo dos folios uno más atractivo que el otro. El zorro se acercó a los demás y miró a Sonic con pena.

"Tengo una mala noticia y otra no tan mala... ¿cual deseas Sonic?" Su tono era algo decepcionante, no por el erizo transformado más bien por sí mismo en no poder lograr ayudar a su ahora hermano. Sonic lo miró analítico, suponía bien lo que vendría así que no quería que el pequeño zorro se calcoma por no poder hacer nada por el.

"Di la que prefieras conveniente..." trato de sonreír lo suficiente como para parecer amistoso y no un depredador sonriendo al ver a su presa. No es como si sonriera mucho en esa forma de todos modos.

El zorro suspiro y abrió uno de los folios, el más llamativo para ser exactos, tenía marcado "importante" en rojo y en mayúsculas. El más "llamativo" repito. "Sonic, sobre tu condición... no encontré ninguna alteración genética o algo en que la ciencia pueda explicar como un cambio" Ojeo algunas de las páginas "comparé tus muestras de sangre y no vi ninguna diferencia." Cerró el folio y lo dejó encima de la camilla. Guió la mirada hacia el werehog para saber cómo tomó su noticia y no es como si cambiara mucho. Tenía la mirada algo pérdida pero aún tenía la pequeña sonrisa. Los únicos que estaban algo afectados era Amy y Chip, no podían hacer nada por el y eso los incomodaba un poco.

Knuckles solo se quedó confuso, algo no le cabía bien en las notas de Tails. "Sonic no dijo que fue una bruja/hada/hechicera/maga o lo que sea, que convirtió a su familia en werehogs?" Todos prestaron atención hacia el equidna, y con miradas casi obvias asintieron "entonces si fue la magia que lo hizo así... la magia lo volverá a la normalidad no?"

"Knuckles eso es lo más...... inteligente que eh escuchado de ti en toda mi vida!!" Tails casi grito, olvidándose de qué hay una anciana dormida en una de sus recámaras "Eres un genio!!" Corrió como loco hacia un pequeño estante llenos de libros viejos y casi deteriorados, tomo uno igual de demacrado y lo llevo hacia el grupo.

"Jaja lo se, soy un genio UwU"

Tails con el libro en manos se sentó enfrente de Sonic y Amy, luego se unió Knuckles y chip revoloteaba a su lado. "Este libro es sumamente viejo, el doctor Armadillo me contó que un viejo amigo se lo dio así que lo conservé, me contaba cosas sobre bestias y criaturas oscuras que antes no creía pero ahora viéndote pueda que sus historias sean totalmente verdaderas" su cara se iluminó esperanzado, abrió el libro apurado provocando que algunas hojas se salieran de su lugar.