[Capítulo 13]

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"La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte"

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"La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte".
—Séneca.

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Alex.

Verla siendo totalmente indiferente conmigo me está matando.

Skyller Lawrence camina a mi lado con toda la tranquilidad del mundo, con esa expresión impasible que es muy típica de ella. Ni hablar del aura malditamente helada que ella desprende, a veces hace que me estremezca.

Pero, justo eso es lo que me gusta de ella ¿saben? Que no le importen las cosas que sucedan a su alrededor. Ella está concentrada en sí misma, no deja que le afecten las mierdas.

Sé que detrás de esa fachada fría se ocultan demasiados secretos, y hablo de los malos, esos de los que yo guardo, de los que me causan insomnio la mayoría de las noches. Sky es una chica bastante misteriosa. Ha estado menos abierta desde el día en que estuve en su departamento.

Me pregunto que habrá hecho para terminar en esta universidad.

Hay tres opciones por las que puedas estar aquí: La primera, es que tengas mucho dinero y simplemente te gustó esta universidad. La segunda, es que seas un maldito Albert Einstein para poder conseguir una beca, creanme cuando les digo que es díficil. Y la tercera, es que tengas mucho dinero pero con la diferencia de que tienes un secreto... algo oscuro, por así decirle.

Lo bueno es que nadie aquí te juzga por tal secreto, nadie te pregunta por él. A mí nadie me preguntaba por mi apellido.

Hasta que llegó Lawrence.

—¿Te gusta lo que ves? —inquiere Sky con aire arrogante. Acabo de darme cuenta de que la he estado mirando todo el rato.

—¿Quieres comer algo en la cafetería? —pregunté, ignorando la pregunta que ella me hizo.

—Pensé que responder una pregunta con otra, era típico de mí —me miró a los ojos, la intensidad que tiene el gris se nota más ahora, pero su mirada sigue vacía, ¿cómo lo hace? ¿Cómo esconde tan bien sus sentimientos?—. Y, sí, sí quiero comer algo en la cafetería, vamos.

Me tomó de la mano y, literalmente, casi me arrastra. Enfoqué mi mirada en nuestras manos entrelazadas. Oh, por Dios, en otro momento estaría más que emocionado, pero la cruda realidad es que está agarrando mi mano con fuerza, mucha fuerza, es tanta que duele, de verdad.

—Skyller... la mano... —le recordé con un hilo de voz.

—Ah —inmediatamente la soltó y puedo sentir el alivio, esta chica tiene demasiada fuerza—. Estaba pensando en otra cosa, lo siento.

—Tranquila —suspiré agarrando mi mano afectada y masajeándola, aunque eso también duele.

Llegamos a la cafetería, todas las miradas se posaron en nosotros dos y el silencio se hizo en el lugar, fue algo bastante incómodo.

Faces © [Falsa identidad I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora