[[ The Diary of a Gangster ]] : Leone Abbacchio

XVIII

El vacío se percibe en su estómago, y culpa por solo un instante al hambre que ha sentido de forma irremediable tras días y días de mala alimentación.

Por supuesto, termina siendo erróneo y desagradable en cuanto siente que la bilis sube por su garganta, y acaba vomitando entre sollozos agudos e intensos.

No comprende...

No entiende qué sucede.

Y el que las lágrimas quemen sus lagrimales y mejillas es suficiente indicio para maldecir entre dientes.

Todo era una puta mierda.

Su ser en su totalidad destila cansancio, y es inevitable el que las lágrimas salgan sin reparos ni el más mínimo cuidado.

Su mera existencia le pesa como una tonelada de concreto, y resulta fastidioso el llevar secretamente todo aquello sobre su pobre y adolorida espalda.

Los azotes emocionales a la blancura de su piel son suficiente indicio de su decadencia total, y opta por redimirse de forma casi insulsa, teniendo siempre de víctima y observadora a la noche que yacía en el firmamento aquella deprimente madrugada.

Por supuesto, su odio por despertar especialmente temprano es primario ante todas las razones que tiene para simplemente no volver a abrir los ojos.

Quiere descansar... NECESITA descansar, y no sentirse presionado por estupideces que, al final del día, le resultan inútiles a él.

Quiere un par de respiros, así fueran solo probadas que le dejaran con ganas de más...

Pero al menos quería tener la oportunidad de experimentarlo sin sentir culpa.

Ya no quiere ayudas, procesos parciales o a medio completar.

Va a colapsar si no halla alguna forma de paz.