Capítulo 3 - El Cuerpo

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Andrómeda Bressler se encontraba en el piso, se hallaba sentada en la alfombra de la sala mientras reía intensamente al unísono con Magdalena.

-Entonces, Andrómeda ¿Has leído algo últimamente? –Inquirió Magdalena luego de sorber un trago de café.

-Por supuesto... -Dijo Andrómeda con mucha convicción, bebió un sorbo de café y continuó- ...He estado leyendo algunos artículos por Internet de Neurología.

-¿Neurología? –Preguntó Magdalena abriendo los ojos- ¡Rayos, Andrómeda! Creo que pasas más tiempo leyendo que respirando.

-Ja, mira quién lo dice –Comentó Andrómeda irónicamente con mucha jocosidad- ¿Quién es la que lee todos los días Orgullo y Prejuicio de Jane Austen?

-¡Pero es una novela hermosa! –Dijo rápidamente Magdalena- Además, tú también la has leído. Incluso, he de recordarte que yo no soy la única que lee reiteradamente.

-Lo sé, lo sé –Dijo Andrómeda- Leer reiteradamente, es un placer.

-Por eso es que yo leo Orgullo y Prejuicio una y otra vez –Dijo Magdalena con cierto orgullo- Pero ahora que lo recuerdo, la tía Rebeca dice que su niña linda lee todos los días a Hawking o a Kafka.

-¿Ha algún problema si soy la niña linda? –Dijo Andrómeda mientras intentaba contener la risa- Pero tienes que admitir que Una Breve Historia en El Tiempo es un libro increíble y, La Metamorfosis, sencillamente es una obra maestra.

-De acuerdo, de acuerdo, tregua –Dijo Magdalena.

-De acuerdo, tregua –Dijo Andrómeda estrechando la mano con Magdalena- Pero ahora que lo recuerdo si he leído algo nuevo, hace como seis meses leí Jane Eyre de Charlotte Bronte y, hace como dos meses leía Madame Bovery de Gustave Flaubert.

-¿Tienes en tu poder un ejemplar de Jane Eyre? –Preguntó Magdalena al tiempo que sostenía un libro invisible con sus manos- Andrómeda, tienes que darme tu ejemplar. He estado persiguiendo todos los libros de las hermanas Bronte desde hace un buen tiempo, sin resultados eficaces. Hace como tres meses, más o menos, leí Cumbres Borrascosas de Emily Bronte y, lloré profundamente.

-¿Más qué con Anna Karenina de León Tolstói? –Preguntó Andrómeda muy entusiasmada.

-Bueno, no lo sé, sabes que para mí Anna Karenina es una novela inigualable, pero... -Magdalena se interrumpió para respirar hondamente y continuó- ...tengo que confesar que Cumbres Borrascosas, me marcó significativamente.

-Descuida, descuida, sino te hubiese provocado tal efecto no sería un clásico y... -Dijo Andrómeda con una sonrisa en su rostro- ...no serías un buena lectora.

-¡Eso jamás! –Dijo Magdalena mientras intentaba controlar una eminente carcajada.

-Bueno, me alegra que hayas disfrutado de ella y, no te preocupes... –Andrómeda pausó para tomar un sorbo de café- ...te daré mi ejemplar sin dudarlo.

-¡Por eso es que te quiero! – Dijo Magdalena al momento que se echaba en los brazos de su prima para propinarle un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

-De acuerdo, de acuerdo, te estoy dando un libro... -Dijo Andrómeda con dificultad mientras intentaba zafarse de aquel abrazo- ...no una sortija de matrimonio.

-Está bien, está bien –Dijo Magdalena, se acomodó nuevamente en su posición y, luego de darle otro sorbo al café, preguntó- Oye ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Desde luego –Dijo Andrómeda rápidamente al tiempo que tomaba lo que quedaba de su café.

-Pero ¿No vas a molestarte? –Inquirió Magdalena con una mirada seria.

AndrómedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora