Andrómeda se despertó por el sonido de voces que venían desde la cocina de la casa.
Se colocó los anteojos que había puesto sobre la mesa de la lámpara, que se hallaba justo al lado de su cama. Echó una mirada directamente a la otra cama que se hallaba en la habitación, donde había dormido Magdalena.
Aunque Andrómeda por un momento pensó, que Magdalena estaba dormida, se encontró con la sorpresa de que su prima se hallaba despierta leyendo.
-Buenos días Andrómeda –Dijo Magdalena, sin separar sus ojos del ejemplar de la novela De La Tierra a La Luna que se encontraba leyendo- ¿Dormiste bien?
-Buenos días Magdalena –Respondió Andrómeda- Sí, un poco. ¿Ya todos están despiertos?
-Eso creo –Dijo vagamente Magdalena.
-¿Desde hace cuánto estás leyendo? –Preguntó Andrómeda mientras observaba el reloj que se hallaba al fondo de la habitación, que marcaba las 07:00am.
-Aproximadamente dos horas, tal vez más –Contestó Magdalena.
-No puedo creerlo, te levantaste a las 05:00am para terminar el libro ¿Verdad? –Preguntó Andrómeda mientras se arreglaba el cabello.
-No, yo solo... es que... bueno, sabes que... -Magdalena, intentaba responder a la pregunta, pero la risa de la pregunta pospuesta por su prima, no se lo permitía- ...olvídalo, además yo no fui la que se levantó a las 02:40am para leer Romeo y Julieta.
-Sabes que Shakespeare es un genio –Dijo finalmente Andrómeda luego de una larga risa.
-Lo sé –Dijo tajantemente Magdalena y, acto seguido cerró el libro.
Luego de que Magdalena arreglase su cabello, ambas se condujeron al baño de la casa. Después de la rutina diaria de cada una, que consistía principalmente en cepillar sus dientes y lavarse el rostro, salieron disparadas a la cocina de la casa.
Un olor a huevos, tocino y café inundó toda la casa, aquel aroma hizo que Andrómeda y Magdalena bajaran con mucha más celeridad la escalera que conducía al primer piso. Luego de atravesar la sala principal, cruzaron la puerta de la cocina.
-¡Vaya! ¡Vaya! Pero si son las bellas durmientes –Dijo una hermosa mujer de cabello castaño, que se abrazaba cariñosamente con Mateo Ogden. Su figura era muy singular, todo su cuerpo era muy atlético, excepto por su estómago, que se hallaba sumamente hinchado, y se debía a que estaba embarazada. Ante la cara de emoción de Andrómeda y Magdalena, exclamó- Bueno todo el mundo duerme, así solo diré que son bellas.
Se trataba de Raquel Lehn, la esposa de Mateo Ogden.
Andrómeda y Magdalena corrieron súbitamente a abrazar a su tía. Era una sorpresa y un deleite que Raquel se encontrase con todo la familia, ya que Mateo había asegurado que su esposa no lo acompañaba, porque necesitaba cuidar las últimas etapas del embarazo.
-Tía Raquel, pensábamos que no ibas a venir –Dijo Andrómeda muy entusiasmada.
-La bebé ¿Está bien? ¿No ha habido ningún problema? –Preguntó Magdalena antes que Raquel pudiera comentar algo.
Andrómeda y Magdalena se separaban de su tía y se acomodaban en distintos asientos, a la expectativa de lo que pudiera decirles. Ambas disfrutaban mucho de su compañía.
-Bueno chicas, en primer lugar, su prima está muy bien –Dijo Raquel mientras tomaba asiento al lado de su esposo nuevamente- Aunque quiero confesarles que su prima va a ser muy alta. Mateo y yo pensamos que se trataba de gemelos o gemelas, pero no, el doctor nos aseguró que su prima va a ser muy, muy grande. Por otro lado, lamento no haber estado aquí para el funeral chicas, lo lamento pero, tenía que revisar algunos folios del trabajo y además, darle el cuidado que el doctor me recomendó, a su prima.
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Andrómeda
Fiksi IlmiahSi piensas que la mejor etapa de tu vida, ha sido en el pasado. Esta historia es para ti. Si piensas que la mejor etapa de tu vida, es en el presente. Esta historia es para ti. Si piensas que la mejor etapa de tu vida, será en el futuro. Esta histor...