Mi jefe (editando)

almuerzo con Eric

El camino fue silencioso pero a diferencia de muchos otros no era incomodo ni mucho menos al llegar a nuestro destino pude ver que se trataba de un lugar muy decoroso, como debía de acostumbrar Eric.

-Una mesa de 2 para Belkin- le anuncio a la recepcionista que atendía.

-claro, síganme es por aquí- dijo señalando una linda mesa en la segunda planta con vista hacia afuera.

-es muy lindo el lugar-comente como modo de quebrar el hielo.

-así es Elizabeth, quiero que me digas algo- dijo muy pensativo, a decir verdad lo estuvo durante todo el camino.

-claro que cosa?- respondí con intriga.

-de tu padre concretamente- dijo evaluándome.

-qué es lo que ocurre con el?- dije haciéndome la desentendida, de seguro al encontrárselo hoy en la mañana pudo distinguir que no se encuentra bien.

-he alcanzado a hablar hoy con él antes de que bajaras y lo note raro, hay algo que deba saber?- cuestiono reflexivo.

-bueno si, él no se encuentra bien pero eso no es para lo que me citó aquí no? por qué mejor no me dice lo que me vino a decir?- hable un poco repelente pues este tema era tabú para mi y no lo quería hablar francamente con él.

-por qué ?está enfermo?, puede confiar en mi, no se preocupe- me hablo de usted cosa que me sorprendió un poco.

Eric me miraba fijamente, quizás intentando descifrar qué es lo que tenia en mi cabeza pero no voy a ceder no me gusta que me tengan lastima ni mucho menos, prefiero guardármelo para mi. Para mi suerte nos interrumpió la camarera .

- tengan los menús, desean pedir ya la bebida?- interrogo con cotidianidad.

-claro tráigame a mi una copa del vino de la casa y para esta señorita un jugo de naranja- ordenó por los 2 Eric. Me indigne yo no soy una niña.

-nono, tráigame vino para mi también, ya tengo 18 años- sentencie feliz de ser mayor de edad. La camarera miro a Eric como pidiendo su autorización.

-esta bien, haga lo que dice la niña- se burlo de mi.

-no soy una niña ya te dije que tengo 18 años- le hable cruzada de brazos una vez que la camarera abandonó la mesa.

- lo eres para mi, en fin, de eso quería hablar contigo- hablo poniendo una servilleta sobre su falda, repetí el acto.

-sobre mi mayoría de edad?- cuestioné confusa.

-no exactamente, me imagino que estarás en último años de bachillerato, por lo cual no podrás trabajar para mi en cuanto regreses al bachillerato , me equivoco?- me pregunto más para afirmar su teoría que otra cosa.

-si, me va a despedir?- le pregunte ya pensando en como sería mi día a día sin él. Triste concluí.

-no nada de eso, pero quiero que te enfoques en tus estudios, por lo que tendremos qué modificar tus horarios, harás mitad de horario y siempre en cuanto tus notas sean buenas mantendrás el mismo salario que hasta ahora- dijo finalmente.

-me pagara lo mismo aunque haga la mitad de horario? por qué? yo no quiero favores señor Belkin- le recrimine orgullosa.

-No sea orgullosa, yo tengo a mi disposición trabajos de este perfil para jóvenes estudiantes como usted y podrá ver que no es ningún favor y no pienso discutir este percance- dijo muy serio.

-de acuerdo- hable nerviosa.

-hace usted alguna actividad extracurricular?, hasta qué horario se extiende su tiempo proporcionado al estudio? tenemos que llegar a un acuerdo- señalo un intinerama.