Mi jefe (editando)

incógnita revelada

Saludo a mis padres desde la puerta de casa para partir a la empresa, corriendo para llegar a alcanzar el ómnibus caigo en el camino, un raspón en mi rodilla se forma, me duele pero igualmente me levanto y sigo corriendo hasta que lo alcanzo al borde de un asma. En el camino me peino y maquillo sutilmente, repaso el itinerario de hoy, a primera hora de la mañana hay una reunión que asistirán todos los socios de la Empresa al parecer.

-Bueno días- saludo a mis compañeros de trabajo. Procedí a acercarme al despacho de Eric con el brazalete en mano, no podía aceptar tal regalo de su parte es muy costoso y excede mis créditos totalmente.

-Buenos días señor Belkin- salude formalmente.

-Buenos días linda, necesitas algo?- pregunto mientras ojeaba unos documentos que tenía entre sus dedos.

-sí, bueno vine a darte esto-dije mientras le dejaba sobre el escritorio el brillante brazalete y Eric me miraba con ojos espectantes-encerio muchas gracias por este lindo detalle pero es muy caro y no lo puedo aceptar- sentencie saliendo de la oficina sin dejarle tiempo para responder siquiera.

-Elizabeth !! Ven a mi oficina- dijo malhumorado. Y así lo hice.

-Eric no lo voy a aceptar ya te lo he dicho- le dije firme.

-Elizabeth yo no te di ese obsequio, tómalo quieres?- dijo enojado.

-ya te dije que. E... espera que?? Pero si no fuiste tú, quien fue?- pensé en voz alta.

-eso es lo que quiero saber yo Elizabeth-dijo mientras avanzaba hacia mí.

-yo non...nooolose- dije insegura.

- estás viendo a algún hombre?- me pregunto furioso.

-ese no te importa- le dije enfadada yo también, quién se creía?, él se va a casar y sin embargo yo no le pregunto nada, no le incumbe. Me aparte ligeramente de su presencia.

-sí, me importa Elizabeth, te equivocas respóndeme-dijo mirando el brazalete con desconfianza.

-yo pensé que me lo habías regalado tú, no lo entiendo- dije mientras analizaba quien podría ser el dueño de tal detalle.

-Elizabeth estas sangrando- dijo señalando mi rodilla espantado.

-ohm si, lo había olvidado, al correr al ómnibus me tropecé y caí pero no es nada, no se preocupe- me justifique.

-Elizabeth ven conmigo, te vienes en ómnibus cada mañana?- dijo a medida que nos sentamos en un bonito sillón de color negro que hacia contraste con el elegante diseño de su oficina.

-si, en que sino?- afirme.

-solo tengo agua oxigenada, creo que servirá, de ahora en adelante te paso a buscar y no acepto quejas soy tu jefe y vas a hacer por una vez lo que yo te diga- dijo sacando de un cajón situado a su derecho un pequeño estuche mientras yo asentía lentamente.

Paso el algodón por el contorno de mi rodilla, mientras no pude evitar mirar su sortija dorada la cual adornaba su dedo anular, mil ideas se me vinieron a la cabeza y no pude evitar preguntar.

-Eric como se llama?-le pregunte con mucho interés, fundida en mis pensamientos.

-de quién hablas?- me pregunto confuso.

-de tu prometida- dije tímidamente.

-Karen se llama-contesto levantándose rápidamente.

-bien, y cuando se casan?- hable temerosa por su respuesta.

-en unos meses Elizabeth, ahora ve a trabajar - me indicó y obedecí.

Empezaron a venir los socios de la empresa eran distintivos hombres vestidos de traje entre ellos reconocí a Harry, y a Liam?.