Mi jefe (editando)

Eric está enfermo?

-qué es lo que te ocurre linda? por qué lloras?- me pregunto Eric mientras escuchaba mis sollozos entre sus brazos.

-tuu...tuuu-intente hablar pero no me salían las palabras de la boca.

- tranquila estas conmigo y lo que sea me lo podes contar- dijo sosteniendo mi cara entre sus manos al mismo tiempo que retiraba cada lagrima de mi rostro con sumo cuidado, como si me fuera a romper, trasmitiéndome mucho cariño en el recorrer de sus manos.

-es que yoo.. vine yyy.. me encontré ..y....tu estaas...-intente ordenar mis ideas pero estaba muy alterada, no podía pensar en estar sin Eric.

-acompáñame vamos a tomar un té que dices?- dijo sentándose en el lindo sillón de su oficina. y así me senté a su lado, no pude apartar mi mirada de su cara un segundo, pensando en miles de cosas a la vez, haciéndome preguntas de las cuales necesitaba averiguar su respuesta desesperadamente.

El se veía afligido preocupado por mi, con su ceño arrugado me brindo una taza de té, mientras con su suave toque me acariciaba la espalda.

-te encuentras mejor?- me cuestionó afligido.

-si, gracias- hable más tranquila esta vez.

-me quieres contar qué es lo que te tiene tan mal?- me preguntó con cuidado.

-tu-dije tímidamente en un susurro que llegó a los oídos de Eric.

-yo? y eso por qué?- dijo confuso.

-no puedo soportar la idea de que estés enfermo Eric- dije aferrándome a su cuerpo.

-no te estoy entendiendo Elizabeth-dijo aún más confuso.

-no intentes esconderlo Eric yo vi unos documentos que estaban encima de tu escritorio que era de una consulta con un oncólogo a tu nombre-dije tristemente.

-llorabas por mi Eli?- dijo con una sonrisa adornando su cara.

-no, bueno si, no lose pero por qué sonríes?- le pregunte insegura rascando mi cuello por los nervios hasta dejarlo rojo y ardiendo.

-no hagas eso- dijo sosteniendo mi mano.

-entonces es cierto Eric, tu estás enfermo no es así? - dije con esperanza de recibir una respuesta negativa.

-no es lo que parece te lo aseguro- dijo negando con la cabeza y llenándome de alivio.

-pero necesito saber dime porque si no son tuyos? de quién? lo siento mucho Eric solo me preocupo por ti- me justifique.

-y me gusta que lo hagas pero entiende qué no debes leer cosas ajenas si?- me hablo con mucho cariño .

-de acuerdo lo entiendo pero ya no puedo hacer nada y enserio necesito que me expliques!- le reclame.

-solo te puedo decir que no estoy enfermo- me tranquilizo .

-ay Eric, estoy tan feliz-dije hundiéndome en sus brazos.

- yo también lo estoy, me gusta tenerte cerca linda, pero me tengo que estar para morir para tenerte a mi lado? porque si es así..- empezó a decir Eric.

-no Eric, no digas eso a mi también me gusta es solo que no debemos, pero no me cambies el tema de conversación! mejor dime para quién fue la consulta de una vez y..- me interrumpió Eric.

Se lanzó contra mis labios uniéndonos en un fuerte beso haciendo presión en mis labios, puso mis brazos alrededor de su cuello, colocándome encima de él en un movimiento rápido con las piernas a cada lado de su cintura, pude sentir como su aliento se volvía más y más pesado, se había formado una guerra en nuestras bocas unidas. No pude evitar corresponderle al arrebato con la misma pasión, Eric logro meter sus manos por debajo de mi blusa en mi espalda donde me acariciaba lentamente de arriba a abajo y así fue descendiendo sus besos hasta llegar a mi cuello, mientras yo atrapaba su pelo entre mis manos él fue dejando húmedos besos en mi cuello, los cuales se fueron intensificando, produciendo un sentimiento que recorrió todo mi cuerpo un cosquilleo agradable. Hasta que sentí un dolor punzante en cierta área de mi cuello, emitiendo un quejido él se aparto y subiendo nuevamente ahora hasta mi oído me dejo calientes besos en mi oreja, chupándola para luego trazar el contorno de mi oreja con la puta de su lengua, emitiendo gemidos que lograron recorrer todo mi cuerpo. Se me fue erizando la piel cuando Eric junto nuestras cadera, agarrando fuertemente la curva de mi trasero, permitiéndome sentir el bulto que estaba creciendo bajo mío. Mordí su labio inferior con mis dientes y volví a escuchar un gemido, cosa que me gustaba. me comenzó a desabotonar mi blusa y paro para contemplarme.

-Eres realmente hermosa, quiero que seas completamente mía- hablo mirándome con unos ojos ahora oscuros llenos de lujuria que nunca había visto en Eric.

-yo me tengo que ir a trabajar- dije intentando salir de esa posición pero con el brazo de Eric tomando mi trasero se me fue imposible, Eric cerró los ojos y aún a centímetros de mi podía sentir el latir de su corazón, su respiración acelerada.

- tu jefe te necesita para otra cosa, no te preocupes por el trabajo- dijo con su intensa mirada clavada en mi mientras presionaba mi cadera para que pudiera sentir su erección.

-Eric estamos en tu despacho alguien puede entrar, enserio por favor déjame ir- hable nerviosa.

-aquí no, pero en otro lugar si?, bueno okey ganas esta vez linda- dijo retirando su brazo para dejar salir de esa posición.

Al llegar a la puerta me acomode mi ropa, me baje mi falda, me abotone mi blusa y arregle mi pelo como pude.

-ven- me llamó Justin.

-qué ocurre?- le pregunte.

-bueno acá está tu amiga Kim- me indico a medida que apareció Kim por detrás de él.

-Elizabeth no sabes lo que tengo para contarte- dije con su usual entusiasmo.

-bueno yo las dejo para que conversen chicas- dijo Justin.

-Kim ven vamos a mi escritorio- y así me siguió.

-Por cierto no me dijiste que trabajabas con un chico tan lindo!- me susurró.

-te gusta Justin?- pregunte asombrada pues a ella le gustaban otro tipo de chicos.

- no que va!, a mi me gusta otro chico pero con él cero onda, y tu amigo no está mal- dijo pensativa.

-qué? desde cuándo? de quién hablas explícate mejor!- dije yo muy confusa.

-no importa en fin, solo te venía a contar que mi padre se vuelve a casar, ufff- dijo cansada.

- dios mío! cuantas veces se ha casado ya?- pregunte tratando de recordar todas las veces que fui a un casamiento del señor Berreta-.

-5, esta ya va a ser su sexta esposa, aún no la conozco en fin te vengo a dar la invitación de la boda, no falte- dijo sacando una hermosa invitación de su bolso.

- De acuerdo, Kim ahora tengo que trabajar nos vemos más tarde?- dije inquieta.

-Claro no te preocupes yo te llamo-se despidió con dos besos en mis mejillas.

El resto de la tarde me la pase metida entre papeles, hasta que llego la hora de salir.

Al otro día me levante, me pude dar un baño, arreglarme, desayunar y con un beso en la mejilla me despedi de mis padres, al parecer el doctor dijo que papá está teniendo una buena racha, está respondiendo bien a los medicamentos, lo que nos da una gran alegría a todos. En casa antes de salir pude escuchar la armoniosa voz de mi madre cantando, señal de qué está llena de felicidad, con una sonrisa en mi cara salí de casa. Feliz por está nueva oportunidad, quizas.

Pero antes de llegar a la esquina de casa pude sentir un toque en mi hombró y al darme vuelta con extrañza reconocí a el hombre de ojos claros frente a mi.

-Eric qué haces aquí?- pregunté con asombro.

-supongo que no recordás que desde hoy vamos juntos a la Empresa como acordamos no?- me pregunto con suma seguridad.

-oh Eric, no quiero ser una molestía, gracias pero no- seguí andando luego de hablar.

- esperá no eres ninguna molestia, vamos ya estoy acá por qué no vamos juntos?- habló tomando mi brazo, haciendo que me diera una vuelta completa estando ahora de frente a él nuevamente.

-solo esta vez-dije y como respuesta recibí una amplia sonrisa de satisfacción.

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