Mi jefe (editando)

!Si!

Es un nuevo día, me despierto motivada y con una decisión tomada, sabía lo que quería desde hace mucho pero lo estaba ignorando, quizás salga lastimada en el proceso pero necesito permitirme vivir este amor. Un amor intenso, lleno de emociones fuertes de tristeza así como de felicidad, me llena el corazón y no lo puedo ignorar más.

Entro al secundario y Rose viene enseguida a mi encuentro al parecer está muy emocionada por ser parte del equipo de porristas.

-Es que enserio no lo puedo creer, muchas gracias por ayudarme a entrar en el equipo- Hablo exaltada Rose.

-Que no es nada – Le respondí sin dejar de pensar en Eric.

-Pero siento que soy malísima, ¿Crees que me puedes ayudar un día de estos? – Pregunto Ansiosa a lo que yo simplemente asentí.

-Oyeee amigaaaa- Me grito Kim sumándose a nosotras.

-Kim ya no llevas el yeso! Justo a tiempo para la fiesta!- Le insinué.

-Si ansió que llegue- Se rio nerviosa, como nunca la había visto.

-¿Qué fiesta?- Pregunta Rose

-La fiesta de bienvenida del año - Aclaro Kim

-La organiza todos los años Taylor el mariscal y todo el equipo de porristas está invitado por lo que tú también- Le explico.

-Asombroso!- Se quedó pensando Rose.

El tiempo paso lento, ansiaba terminar mis clases para ir al trabajo y hablar con Eric. Me estaba matando tener que ir a otro periodo de clase como nunca antes.

A lo que llega James a clase y me toca hacer de cupido.

-Oye James, ¿Qué piensas sobre la fiesta de Taylor? – pregunte tanteando el terreno

-Me parece que es una excusa para emborracharse, no es una bienvenida es solo una fiesta para aprovecharse de las muchachas no deberías ir.- Me aconsejo.

-Estoy de acuerdo contigo pero quede en ir con Kim y Rose, deberías venir con nosotras- Hable

- Kim va?- Pregunto dudando

-Si va, es tu oportunidad amigo –Lo incentivo.

-Nunca podría tener una oportunidad- Hablo triste.

-Si no lo intentas nunca lo sabrás- Lo alenté nuevamente.

-De acuerdo- Acepto repensando

Entro a la compañía y veo a Eric en el loby hablando con unos señores desconocidos para mí, no me ve asique continúo hasta llegar a su oficina, buscando la cercanía que necesito para trasmitirle mi decisiones, ¡le voy a decir que SI!

-¿Eli que haces aquí? –Pregunta mi jefe entrando.

-Vine a decirte que si, acepto vivir esta aventura contigo – Le respondí al fin, feliz y con muchas dudas.

-¿Me lo dices en serio?- Me volvió a preguntar arrodillándose frente a mí y desbordando de felicidad.

-Si- Respondí

A lo que Eric no pudo más que atacar mis labios, los devoro con decisión y con anhelo, a lo que yo le correspondí de igual modo, sintiendo cada célula de mi cuerpo vibrar antes su cercanía, ante sus caricias. Es un beso esperado, lleno de fuego, me muerde el labio inferior fuertemente, sin delicadeza, me deja sangrando y con rudeza me sigue besando, diciéndome que me necesita, que no puede estar lejos de mí, comienza a bajar su mano hacia mis caderas donde me aprieta, me sujeta fuerte contra él. Me deja sentir el deseo que lo está afectando tanto y al sentirlo un fuego se apodera de mí, un deseo inmenso, contenido se desata a lo que permito deliberadamente que me explore, que me sienta entera. La pasión se intensifica y siento la dureza, la necesidad latente de volvernos uno. A lo que decido alejarme antes de que mi voluntad me fallara y no pudiese continuar.

-Pero tengo dos condiciones- Le aclare

-Te escucho- Me indico intrigado.

-No quiero más mentiras, puedo aceptar una verdad dura pero nunca una mentira- Afirme

-De ahora en más solo tendrás honestidad de mi parte- Concedió.

-Viviremos esta aventura mientras no estés casado, no puedo seguir haciéndolo después de eso – Le indique.

-Quisiera disuadirte decirte que pienses en nosotros, en nuestro amor decirte también que yo no podría vivir sin ti pero te entiendo y aunque me duela en lo más profundo, atesorare cada momento que vivamos juntos- Hablo Eric desolado.

Y de ese modo, sin más con muchos deseos y dudas abandono la oficina.

En mi casa no sé qué hacer como manejar la situación que me tocó vivir, mis padres no lo entenderían si les dijese que me voy a ir a vivir con mi jefe, no lo aceptarían en lo absoluto y más siendo como es la situación. Me duele mucho tener que mentirles pero no encuentro otra salida para decirles que me voy. La mejor alternativa que se me ocurrió es decirles que tengo una relación con otro hombre, un hombre del cual no puedan decir que no. Camino rápidamente por mí recamara pensando y repasando una y otra vez como abordar este tema sin lastimar a nadie en el proceso. Seguramente quieran conocer a este hombre en cuestión y estaré en grandes aprietos sino los convence.

-Catherin Hola, necesito un consejo urgente- Le llamo afligida

-Eli dime cariño para que soy útil- Me contesta con la alegría que es usual en ella.

-Quizás te parezca una tonta pero me voy a ir a vivir con Eric- Le conté

-No me pareces una tonta en lo absoluto, ¡eso es maravilloso! Hay que festejarlo- Exclamo contenta

-Si es algo bueno creo, pero tengo un gran problema que no sé cómo manejarlo, te necesito- Le explico

-Y ¿cuál es ese problema?- Me pregunto intrigada

-Son mis padres, no lo entenderían si les dijese la verdad por lo que estuve pensando que lo mejor sería no hacerlo pero si les digo que me iré con otro hombre seguramente quieran conocerlo y estaré en un gran aprieto, ¿Qué dices que haga?- Le conté

-Pues yo lo veo muy fácil Eli, que lo conozcan y problema resuelto- Me contesto rápidamente.

-¿Qué lo conozcan? Pero, ¿a Quién? ¿A Eric? No lo aceptarían amiga- Le cuestione.

-Claro que no lo harían, organiza una cena y lleva a Edward como tu novio y ahí les anuncias la noticia, créeme es la mejor manera, tus padres estarán más tranquilos de ese modo- Me aconsejo Cathy.

-No lo sé, no quiero confundir a Edward y ¿si no quiere hacerlo?- Hable insegura repasando mi último encuentro con Edward.

-Es solo una cena, ¿que podría salir mal?- Me volvió a cuestionar