8. ¿QUÉ HARÍAS POR MÍ?

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6 de noviembre de 2015

El sonido estridente del timbre hace que despierte de mis pensamientos y me obliga a reaccionar.

Recojo todos los folios que están esparcidos por mi mesa y los guardo con cuidado dentro de la página de la lección de hoy. Español era la clase que menos me gustaba, nunca se me habían dado bien los idiomas y odiaba que el sistema educativo nos obligase a cursar una lengua extranjera durante cuatro años.

— ¡Venga, Ally! — me grita Dylan desde el pasillo — Siempre eres la última.

Él y yo habíamos escogido el español, pero Cole decidió decantarse por el francés. No sé si era más fácil o difícil que el idioma hispánico, pero estaba claro que sonaba mucho mejor. Cole hacía que sonara bien imitando el acento a la perfección, por esa razón era uno de los mejores de la clase.

Después de las quejas de Dylan, los dos salimos disparados hacia la salida. Por fin se habían terminado las clases del día y era viernes, lo que nos daba dos días de descanso para recuperar las horas de sueño perdidas. El instituto podía resultar agotador, sin duda, era mucho más exigente que la escuela media de la cual veníamos.

Cole nos está esperando en la entrada, ocupando el asiento del conductor de su jeep negro. Se había sacado el carné hace apenas dos meses, pero conducía realmente bien. Tuvo que demostrárselo a sus padres para que le compraran el coche y le dejaran conducirlo todos los días al instituto, llevándonos a su hermano y a mí consigo.

— Por fin, pensé que me habíais dado plantón — nos dice mientras subimos al coche. Yo me adelanto unos pasos a Dylan para quedarme el asiento del copiloto, él al principio se queja, pero finalmente gano la batalla. Cole se ríe por lo bajo — Ya sabemos quién lleva los pantalones en esta relación.

Estallamos en carcajadas, al menos él y yo, a Dylan desde el asiento de atrás no parece hacerle mucha gracia.

Llegamos a casa algo más tarde de lo habitual debido al atasco que se producía a aquellas horas. Cole aparca dentro del garaje, a pesar de que no hace un mal día. El cielo está cubierto de unas cuantas nubes grises, pero la temperatura resultaba ser agradable para tratarse del pleno otoño de Beaufort.

Cuando entramos en casa de los chicos, no hay nadie. Sus padres no llegan hasta algo más tarde de las cinco y siempre suelen traer alguna sorpresa que incluya azúcar con la compra. Mi madre siempre dice que Jackeline nos mima demasiado, pero yo no estoy nada de acuerdo, aunque claro, el chocolate es mi perdición.

Subimos las escaleras en dirección a la habitación de los chicos, más bien, a las habitaciones de los chicos.

Hasta ahora, los gemelos habían compartido habitación, pero al empezar el instituto, sus padres insistieron en sustituir la que había sido la habitación de juegos por una habitación para uno de ellos.

Discutieron durante más de una semana acerca de quién se quedaría con la habitación actual de los chicos — que era más grande que la de juegos —. Finalmente, Dylan ganó la batalla y Cole tuvo que conformarse con el espacio pequeño, que daba a la misma calle que la mía.

Cada uno había definido su propio espacio y no podían ser más distintos. En la habitación de Dylan, las paredes estaban pintadas de color azul marino, casi negro, una alfombra gris cubría todo el suelo de madera y en una de las esquinas estaba su escritorio alargado y amplio, junto a la ventana, encima tenía una pantalla gigante conectada a su Play Station y un montón de juegos estaban apilados en una de las estanterías flotantes de la pared frontal, justo encima de su cama, siempre deshecha y cubierta de cojines.

La de Cole, era todo lo contario, predominaban los colores claros, los tonos grises contrastaban con el papel pintado en forma de ladrillos de la pared principal, en la que su cama de baja altura se encontraba en la esquina, delimitada por un cubículo blanco. Tenía un montón de estanterías por todas partes en las que todos los libros estaban perfectamente ordenados por género y autor, es un maniático del orden igual que yo.

Regla de tres [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora