III

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Un tarareo tranquilo hizo que se pusiera alerta. Sabía de quien se trataba.

—¡Tomioka-sa~n!—Era una voz inconfundible.

—Kochou.—Su rostro inexpresivo mostraba cansancio. Estaba volviendo de una misión de casi 2 semanas y estaba cansado, no tenía paciencia suficiente para estar con ella.

Shinobu noto de inmediato las heridas del Pilar de agua, pues no dijo mucho más que tomarlo de la mano y arrastrarlo a la Finca mariposa, parpadeo un par de veces, no tenía energías para replicar así que sólo permitió que ella lo llevará.

Luego de tratar sus heridas y obligarlo a acostarse en una de las camas, le extendió medicina. Todo fue tan rápido que Tomioka casi no podía reaccionar.

—Tomioka-san, está medicina hara que te mejores aún más rápido de lo usual, bebela.—El tono amable junto a la expresión preocupada lo confundieron aún más, así que acepto el vaso. Mirándolo un poco dudo, odiaba el sabor amargo que siempre tenía.

Y al tomarlo lo noto.

Era... Un sabor agradable.

—¡!—Miro a Kochou y esta río.

—Supongo que lo notaste, intente hacerlo más dulce y menos agrio.—Menciono tomando su mentón.—¿Está bien?—Giyuu asintió.—Que bien.

Esa sonrisa honesta fue suficiente para que el pilar creyera que ella feliz era algo adorable.

Y al notar ese pensamiento decidió dormir. Estaba delirando.

—Descansa, Tomioka-san.

Definitivamente.

Por favor, no me dejes otra vez | GiyuushinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora