VIII

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¿Se acabó?, ¿De verdad todo había terminado?

Giyuu suspiró y aprecio a Tanjiro en el piso, con lágrimas en los ojos y una sonrisa satisfecha. Con Zenitsu, Inosuke y Nezuko sobre él llorando y riendo. Los pilares que no había fallecido en batalla sonrieron un poco, sin dejar de pensar en los héroes caídos.

Tomioka sólo pensó en Shinobu, y en la felicidad que le daría oírla insultarlo o tenerla en frente.

¿Por qué siempre perdía a seres queridos?, ¿Por qué?, ¿Así sería su vida?, Perdió a su hermana, mejor amigo, y ahora, a Kochou.

¿Cuál era el sentido de esa miserable vida?

—Tomioka-san.—Una voz femenina lo despertó y para su tristeza no era Shinobu.

—Kanao.—Dijo su nombre sin ánimo, aún así está le extendió un objeto.

—Yo... Sé que la maestra lo quería mucho...—Hablo ligera y pausadamente.—Y quiero que conservé esto, porque yo... Tengo miles de cosas para recordarla, pero Tomioka-san no...—Terminando aquello le entrego en sus manos El broche de mariposa de Shinobu.

Giyuu río. Por primera vez en tanto tiempo. Fue una pequeña risa acompañada de lágrimas. Kanao sonrió, acompañando el llanto.

Ambos la habían amado, de diferente manera, pero con gran fuerza.

—Gracias, Kanao.

—Gracias por haber hecho feliz a mi querida maestra, Tomioka-san.

El "Tomioka-san" de Kanao era doloroso. Posiblemente ese nombre siempre lo sería de ahora en adelante.

Kochou Shinobu...

¿No puedes volver?

Por favor, no me dejes otra vez | GiyuushinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora