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Rachel ahogó un gemido de dolor a medida que iba recuperando la consciencia. Su cabeza la estaba matando, notaba todo el cuerpo helado y también le dolía mucho el brazo derecho.
Parpadeó lentamente, luchando contra las nauseas y miró a su alrededor.
No reconoció el sitio.
Parecía el salón de una casa o un apartamento. No había fotos ni ninguna decoración especifica que pudiese dar ninguna pista de quien vivía ahí. Ella estaba tumbada encima del sofá, con una manta cubriendo su cuerpo.
Con cuidado se sentó y se llevó una mano a la cabeza, siseando de dolor. Podía notar algo de sangre seca en su pelo, y había más sangre en su brazo, donde la habían cortado pero parecía que ambas heridas ya habían dejado de sangrar.
"Veo que ya estás despierta"
Rachel se levantó de golpe, al oír esa voz,.
Red Hood estaba de pie en la entrada del salón. Iba vestido igual que la ultima vez que se habían visto, solo que no llevaba puesta la chaqueta y tenía algo en sus manos, una especie de maletín pequeño.
Instintivamente Rachel levantó la mano para usar su magia contra él, pero no sucedió nada. Recordando entonces el extraño collar que le habían puesto se llevó ambas manos al cuello, luchando por quitárselo.
"Yo que tú no haría eso" Le advirtió Red Hood, dejando el maletín encima de la mesa "Por lo que pude ver, en los planos, tiene una pequeña carga explosivo que estallará si intentas sacártelo a la fuerza"
Rachel le fulminó con la mirada "¿Donde estoy?"
"Estás en mi casa. Admito que traerte aquí no ha sido lo más inteligente, pero, dadas las circunstancias..." No pudo terminar la frase porque Rachel aprovechó ese momento para intentar darle una patada. Él la esquivó sin problemas y puso algo de distancia entre ellos "No seas estúpida. No tienes poderes. Vuelve a sentarte y deja que te mire esas heridas"
"Soy más que capaz de vencerte sin mis poderes" Le aseguró Rachel, antes de volver a atacarle.
Sin embargo enseguida se dio cuenta de que no sería capaz de cumplir con lo que había dicho. Red Hood bloqueaba todos sus golpes con una facilidad casi insultante. Lanzó un puñetazo contra su pecho pero él se apartó en el ultimó segundo, le agarró la muñeca y se la retorció detrás de su espalda. Rachel intentó darle un codazo con su brazo libre pero lo único que logró fue que ese brazo se uniese al otro detrás de su espalda.
Red Hood le sujetó ambas muñecas con una mano mientras le rodeaba el cuello con el otro brazo para evitar que se moviese.
"¡Quédate quieta!" Le espetó él con dureza "Si quisiera podría romperte el cuello"
Rachel se congeló de inmediato. Pero no por la amenaza sino porque toda esa situación, esas palabras, le resultaban dolorosamente familiares.
"Deja de retorcerte a ciegas. Así no lograras nada" Le susurró Jason, haciendo que su cuerpo se estremeciese de forma involuntaria "Si quisiese a estas alturas ya podría haberte roto el cuello, o dejarte inconsciente"
Un ruido metálico la sacó de sus pensamientos y se dio cuenta de que Red Hood había aprovechado para ponerle unas esposas, dejando sus brazos atados detrás de su espalda.
Se retorció contra esas restricciones, molesta y frustrada consigo misma por haber dejado que ese recuerdo la distrajese hasta el punto de no haber ofrecido la más mínima resistencia.
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Fantasma del pasado
RomantizmSecuela de "Bajo la Capucha Negra" Un nuevo villano aparece en San Francisco y rápidamente se hace con el control de casi todo el mundo criminal de la ciudad. ¿Quien es Red Hood? ¿Es realmente un señor del crimen o está escondiendo algo más? ¿Y por...