Me gustaría tomarte la palabra, mi amor.
Y sí: la noche sería nuestra, corazón,
perdidos, enrredados dentro de la habitación.Te dejaría jugar con mi blusa, corazón,
y cuando no fuera suficiente para vos
mis delicados botones saldrían a colación.Me gusta esa faceta ruda
que sólo conozco yo
y me vuelve esclava tuya,
sumisa y masoquista por convicción
ante tu sublime y gentil dominación.Quiero tomar tu palabra
y hacer la noche nuestra,
no me molesta ser esa presa
que con discreción acechas.Con nudos de satín en las muñecas,
y los brazos inmóviles extendidos
a los lados o sobre mi cabeza,
ese detalle queda a como tú elijas.Las posibilidades se extienden, amor,
bajo mi espalda, sobre mi vientre o en mi costado,
con tus manos fuertes mis caderas sujetando
y mis piernas sobre ti o rodeando tus costados.Y que decir de esos intimos besos
que a veces rayan lo oscuro y obsceno,
confirmando así que mi cuerpo es tuyo
pero tu el placer es todo nuestro.Manos que exploren salvajes
mientras labios marcan el cuello,
las posibilidades se multiplican
si una vela y un cubo de hielo
en contraste se suman al juego.Dedos traviesos llegando a regiones inciertas,
palmas salvajes chocando más abajo de las caderas,
susurros que se tornen gritos anhelantes
entre movimientos frenéticos y avasallantes.
Recorriendo numerosas veces las mesetas
para culminar de distintas maneras el camino,¿Qué dices a eso, cariño?
¿Hacemos la noche nuestra?
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Relatos de ellas
RandomColección de relatos cortos sin relación entre ellos. Los géneros y temáticas varían en cada narración. Si bien puedes encontrar textos con tintes eróticos y donde tal vez se narren situaciones violentas, no hay nada totalmente explícito o gráfico.