Instrumento

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   Esta historia es sólo un sueño, son letras que nunca se escribirán. Se trata del complemento que nuestras almas nunca experimentarán.

   Siendo ambos justo lo que desea y necesita el otro, sabiendo que de intentarlo lograríamos hacerlo funcionar.

   ¿No es triste tener frente a tí lo que más deseas y no deber tocarlo?

   ¿Por qué, cariño? Tú y yo, seríamos un pecado. Por más que el amor de verdad sea algo hermoso.

   Una vez escuché decir que las perdiciones eran algo difícil de dejar pasar, que existe una entidad maligna que  envuelve las perdiciones de los hombres con el más sublime disfraz.

   Recuerdo que en ese tiempo, aquél argumento me pareció una tontería. La vida me parecía más simple y clara; un envidioso sentiría envidia por lo más mínimo, un soberbio jamás admitiría sus fallas, un lujurioso siempre encontraría deleite en las formas de cualquier cuerpo. Así, sin dilemas de por medio, sin atenuantes ni justificaciones, uno es lo que es y punto.

   Ahora... Me toca estar del otro lado y tragarme mis prejuicios  y palabras.

   Yo que no vivo mi vida consagrada a algún Dios, resulté ser un instrumento de perdición.

   Soy la tentación de un hombre que codicia escuchar mi voz cantándole canciones, sentir mis labios rozando los suyos mientras sus manos viajan travesas por mi cabello o las curvas revestidas de piel que guarda mi cuerpo.

   Él es un buen hombre de ética y moral intachables, de honestidad incuestionable que ha puesto sus ojos en alguien que vive tan lejos del camino que él eligió.

   ¿Quién soy yo para que él me quiera de ese modo? ¿Quién es aquél que controla los hilos de la fé para atreverse a convertir la maravilla del amor en un instrumento de tentación? ¿Por qué en lo más bello que podría pasarnos se esconde la vileza de un pecado? ¿Por qué no podemos simplemente amarnos?

   Pero yo he llegado a una conclusión.

   Todo lo que amo de él se sustenta basado en sus creencias ¿Cómo podría yo hacerle tener máculas en su conciencia? No puedo, le amo demasiado para hacerle aquello.

   Así, nos convertiré en una antología de poemas que no se escribirá, una historia de amor que no ocurrirá, una vida juntos que no se vivirá.

   Seremos un suspiro que va a perderse en el viento como tantos otros más. Un pensamiento absurdo que se olvida en un rincón. Seremos nada, seremos tú en un lado y en otra parte del mundo yo.

   Es todo cuanto mejor puedo hacer y mi máxima muestra de amor por él.

Relatos de ellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora