Capítulo 5

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Lía

Desde ese momento me quedé pensando en su mensaje, en los sentimientos y sensaciones que en ese momento lo estarían invadiendo pero no podía aceptarlo en ese momento, solo puedo asentir porque primera razón: mis padres no permiten casi ni que tenga amigos, segunda razón: estoy muy enfocada en mis estudios que no quiero ni un solo foco de distracción y tercera razón: no quiero causarle problemas, no merece a alguien que solo le de problemas.

Uriel

Es una más que ha estado en el lugar de mi mente, de mis ojos y de mi corazón pues no solo una más, sino de las únicas que se lo han ganado, creo que va a ser difícil olvidar lo que le dije y más porque es a la primera que le digo, otra vez a sufrir por amor como ya es costumbre y la verdad me siento mal, la debo superar en menos de una semana.

Ha pasado un mes, ella sigue normal sin enojarse pero hay una pequeña diferencia, que ya no me golpea como antes aunque sigue diciendo groserías pero no hacia mi y es un poco más cariñosa.

—Hola—

—Hola ¿y ese milagro?—

—ya vez, ando aburrida y eres mi única opción—

—ah ya veo y ¿qué haces?—

—acabo de terminar la tarea—

—muy bien, ja,ja,ja y ¿qué dejaron?—

—hacer un resumen, ¿quieres que te lo pase?—

—por favor, bueno si se puede—

—claro que sí—

Ella siempre se interesa en pasarme la tarea o que le cuente mis cosas porque ella me cuenta las suyas aunque en ocaciones pienso que es un poco insistente e importona pero en fin, me sigue llamando la atención pero no sé si luchar aún por ella o dejar pasar todo aquello.

Lía

Le platiqué a mi mejor amiga muy detalladamente lo que me dijo, hasta con capturas y el audio pero estoy confundida.

Confirmo que siento algo por él y no es común que se acelere mi ritmo cardíaco por cualquiera de mis amigos, cada vez que veo un "escribiendo..." de su parte, mi corazón quiere salir corriendo bien emocionado y le respondo en menos de un segundo.

Espera, ¡no pienso en ilusionarlo! Al contrario, temo a que me vaya a ilusionar con él, ya que se ganó mi corazón desde que le tomé confianza, en realidad lo quiero pero no a cualquier amigo he querido de esa forma, honestamente me estoy enamorando,
¡no!

Uriel

Me doy cuenta que ella quiere que nuestra amistad sea como antes, platicarnos todo hasta con detalle, gastarnos bromas, reír hasta que duelan el estómago y las mejillas pues es algo que extraño igual o más que ella pero la estoy tratando de olvidar porque sé que como las chicas anteriores me han hecho sufrir, por qué no lo haría ella siendo más bonita que las anteriores, netamente es una chica no solo difícil ¡¡sino imposible!!.

En un receso...

Llegó mi amigo Roberto

—Hola Uriel ¿por qué estás así?—

—¿así cómo?—

—te veo triste o raro—

—no, así soy—

—¿qué te pasa? Por como yo te conozco no eres así, seguramente es por...—

—bueno sí pero ya no importa vamos a la tienda—

Fuimos y regresamos de la tienda, compramos mucha botana y jugamos videojuegos como siempre.

—Roberto, tienes razón—

—¿quieres que la convenza?, además ya me platicó de que te gusta—

—¡pero cómo!—

—por mensajes, ¿la convenzo?—

—pues si quieres—

—ya verás que van a ser novios y durar muchísimo—

—¡ay! Eso espero aunque la intento olvidar—

Lía

No me gusta que Uriel se esté distanciando de mi, tal parece que soy una chica "venenosa" que si se acerca a ella, lo va a matar, eso me pone muy mal, parece como si le hubiera hecho mucho daño, me hace sentir culpable aunque reconozco que sí, pues le dije que no podría ser su novia en ese momento porque mis padres no me premiten tener novio, es doloroso aceptar aquello, y por otra parte es mala idea de mis padres que además de eso, ni siquiera tenga libertad de extresión porque rápido piensan que es por alguien, eso ocaciona más posibilidades de cometer malos actos a sus espaldas, ya que no debo decir nada que no les guste.

Uriel

Cada vez más intento superar a Lía aunque me sea difícil, la veo mal y triste, quisiera preguntarle pero me invade el miedo a que me lastime.
Días atrás noté que ocupó la máquina 49 que queda oculta de todos, un rato miré que trabajaba y en otro estaba recostada en los brazos cruzados sobre la mesa. No sé si sentirme culpable, pues ella fue quien me dijo que NO y no sé si fue por el bailarín o porque en verdad sus papás no la dejan tener novio, en fin, debo superarla.

Lía

Si me deja de hablar, no pararé de llorar cada noche toda arrepentida.
Juro que es una persona que me alegra cada día que vuelve a platicar conmigo, cada día en que volvemos a reír como antes, ese momento por breve que sea, basta para alegrar el resto del día, comienzo a pensar que todo sería mejor si no le hubiera exigido decir la verdad, yo también lo veo mal, lo más seguro es que sea por mí y menos mal, porque me dolería bastante saber que está así por alguien más.

Coincidencia PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora