Coincidencia Perfecta

Capítulo 26

Unas semanas despues...

Sinceramente la confianza entre nosotros cada vez es mucho mayor no solo para experimentar cosas nuevas como pareja, también platicamos de lo que sentimos y nunca tuvimos el valor de hablarlo con alguien más, al menos yo estoy siendo más transparente, ya no me veo sin ella, también estoy comprobando que es el amor de mi vida sin importar que sea la primera, no quiero a nadie más.

Lía

Traté de estar un momento con las que eran mis amigas pero desafortunadamente o afortunadamente fingieron que no estaba allí, simplemente siguieron platicando entre ellas, excluyendome lo más que pudieron, después me fui a sentar nuevamente con Uriel, quien tenía los brazos abiertos para abrazarme inmediatamente.

—¿te excluyeron otra vez?

—sí, pero fingí que no me importó, de este momento en adelante, no tendré ni un solo tema para hablar con ellas y de que les pase trabajos que se olviden

—me pone triste ver que son malas contigo sin que hayas hecho algo, a veces pienso que tuve la culpa por hacer que siempre estés conmigo

—¿cuál culpa? Yo estoy con quien quiero estar porque ahí me gusta, tú sí me escuchas, me entiendes, me motivas y me amas, con eso es mucho más que suficiente

No tuve más opción, mi corazón que antes era una roca, dijo: "abraza a Uriel que los motivos sobran, no lo sueltes hasta que algún maestro los separe amenazando con llevarlos a la dirección, bésalo si es posible, hasta que tus labios ya no puedan más"

Entraban unos rayos de sol por la ventana con las persianas abiertas, mientras besaba a Uriel, me llegó la necesidad de escribir las bonitas palabras que mi corazón me dijo, pero el beso cada segundo me atrapaba más y más aún cuando comenzó a deslizar su mano derecha en mis senos.

Amo sus abrazos que me llenan de vida y paz interior, sus besos que me aceleran el corazón lleno de amor, después me perdí en su dulce y hermosa mirada café que brillaba como dos gotitas de miel expuestas a la luz del sol.

Varias semanas después...

Estoy un poco preocupada porque faltan días para cumplir nuestro medio año, quiero darle un regalo especial pero no sé qué podría ser bueno.

Consulté con Roberto:

—no sé exactamente qué podría gustarle demasiado

—él es humilde, no se fija en algo precisanente caro o lujoso, considero que lo que tú le regales le va a encantar, porque será de tu parte

—¿crees que unos chocolates le gusten?

—yo creo que sí y con una cartita, le encantará

Salí a la tienda por unos chocolates para mí obviamente, es que a veces parece que soy adicta al chocolate o no sé si en verdas sí soy.

Regresé al salón directamente a abrazar a Uriel para también escuchar sus latidos, ¡es tan abrazable! Y después continuamos las clases, yo no dejaba de pensar en qué podré regalarle considerando que no debe comer tanto dulce.

En la tarde estaba platicando con Ana, ella me hará el enorme favor de conseguir un buen regalo con mi dinero, obvio.

Al día siguiente nos dieron la triste noticia de que no tendremos clases hasta el 4 de Diciembre, Uriel y yo nos pusimos tristes porque no nos veremos varios días. Aunque en el transcurso de esos días hemos estado en contacto por mensajes.