EN LA FOGATA
La madre de Harry nos había dejado muy en claro su prohibición respecto de las salidas nocturnas. Y en cuanto a las tardes, se nos permitían muy restringidas. íbamos al roquerío del recodo a contemplar la puesta de sol. Harry se sentaba con los brazos sobre las rodillas y la barbilla apoyada en una muñeca. A veces llegábamos hasta la Puntilla de Sanfuentes, uno de los lugares de Holmes Chapel preferidos por los veraneantes para ir en pareja a ver la puesta de sol. El que pudiéramos topamos allí con Zayn y las Calder, o cualquier otro de mi antiguo grupo, me producía temor. La sola idea de que le conversaran a Harry, lo hicieran hablar me angustiaba. Afortunadamente, no coincidimos nunca en la Puntilla, pero sí habríamos de encontramos en otros sitios. La semana quinterana se encontraba en su apogeo y las festividades iban a ablandar el rigor de la madre de Harry. Entre todas las celebraciones había tres que le llenaban la carita de alegría a Harry: la fogata de Vida Sana, la Noche Veneciana y el Baile de Gala; todas se realizaban en la noche. Y Harry sabía exactamente cuándo, porque la camioneta municipal con un gran megáfono recorría a diario la ciudad, promoviendo esas veladas de diversión hasta en los más lejanos caseríos de la comuna. Sí, el se sabía al dedillo la programación.
-Mamá, déjanos ir a la fogata...
-Niño, ya les dije que...
-Pero, mamá, no seas mala, di que sí, di que sí.
Sólo un corazón de piedra hubiese podido mantenerse inconmovible. No era el caso.
-Seguiré confiando en usted, Louis. ¿Entiende?
-Sí, señora, muchas gracias.
-No me dé las gracias. Pórtese nada más bien con el y regresen antes de la medianoche, por favor.
-Sí, señora.
-¡Ay, mamá, qué buena eres, qué buena!
-¡Ya, niño! Aléjate, que me sofocas.
La gran fogata se realizaba en el campamento de Vida Sana, situado en un vasto claro de bosque frente al mar, entre Holmes Chapel y Cranage, y se componía de livianas cabinas de madera. Las personas que veraneaban allí se sometían a ciertas disciplinas: levantadas temprano, ejercicios, algunas dietas, hábitos comunitarios, jerarquías, y así.
Al centro de un área lisa se acondicionarían los troncos de la enorme hoguera, y a una prudente distancia se levantaban las aposentadurías con modestos tablones. Era ahí, junto a la pira, donde iba a desarrollarse el espectáculo en el que actuaban veraneantes con aptitudes musicales, interpretativas y teatrales. Era, pues, una función de aficionados, en su gran mayoría jóvenes. Esa noche pedí la comida temprano para pasar a buscar a Harry con la debida anticipación.
-Me imagino que vas a ir a la Gran Fogata -dijo Zayn, al ver que yo miraba la hora a cada rato.
-Creo que sí -le contesté.
-No tienes que ponerte tan misterioso conmigo, hombre.
-No se trata de misterios, Zayn.
-¿Sabes?, podríamos ir juntos; Tina me espera y Eleanor ya encontró otro gancho, te cuento esto por si... tú me entiendes.
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Harry, yo te amo. / Larry Stylinson /
FanfictionPrologo: Nadie escoge su amor, nadie el momento, ni el sitio, ni la edad, ni la persona… La presente historia nos trasladara al balneario de Holmes Chapel, en donde Louis divisa a un joven tan seductor y misterioso, que se o...