Dragón Ario

capítulo 5

Kurt, Hans y Bernard estaban listos, subieron a la furgoneta que les esperaba fuera del club de alterne, su misión eran clara, llegar a la zona donde se había avistado a un grupo de izquierdistas para eliminarlos de forma brutal. Los tres revistan sus equipamientos, Hans mira la escopeta y va metiendo cartuchos, uno a uno, mientras que Kurt mira su pasa montañas después le echa el guante a su porra

— Malditasea...

Kurt se lleva la mano a la sien y su cara presenta un gesto de dolor y confusión, sus dos compañeros no tardan en prestarle ayuda

—Hey, ¡Kurt!

—Vamos marica ¿Que te pasa?

Le mueven y le llaman pero el joven no está ahí...

Había una muchedumbre alborotanda fuera de la base avanzada en la colonia 4 de Marte, Kurt junto a 5 soldados y 1 sargento salen por la puerta principal seguido por un semioruga blindado

— ¡HIJOS DE PUTA!
— ¡Fuera fuerzas de ocupación!
— ¡LIBERTAD A MARTE!
— ¡No podréis contra todos!
— ¡CABRONES!
— ¡Maderos cabrones!

La unidad estaba blindada y con equipo anti disturbios el segundo oficial con más rango tenía un rifle eléctrico. Forman un círculo junto el resto de soldados que estaban emplazados en la posición donde habían sido trasladados, cada minuto que pasaba habían más manifestantes y la tensión aumentaba por momentos. El suboficial divisó a un manifestante con un subfusil casero y pidió permiso para abrir fuego

— No, denegado no podemos dar el primer golpe
— ¡Pero sargento! Como no lo pare abrirá fuego

Kurt se gira y mira con preocupación la discusión, pero uno de sus compañeros le llama la atención

— Eh cabo tranquilo, no pasará nada nada

— Bueno... No se... Malditos Marteños

Les empezaron a arrojar piedras y objetos de metal, los escudos lo paraban todo, cada vez la lluvia de rocas era más intensa, el retumbe de los objetos y el metal sobre la coraza externa del escudo retumbaba en los oídos del cabo. Hasta que se escucharon disparos de armas ligeras.

— ¡Contacto, contacto!

— suboficial abra fuego

El silbido del rifle eléctrico tranquilizaba a Kurt que veia con algunos manifestantes caían al suelo electrocutados pero su intento por calmarse fue en vano, algunos se sus compañeros caían heridos. Él cubierto trás su escudo pudo ver cómo les iban a lanzar una bombona de butano antigua para hacerla estallar. Sus ojos se abrieron y la bombona explotó matando a 3 soldados, él salió por los aires y cocho contra el semioruga. Sus oídos pitaban y tenía la vista borrosa pero pudo distinguir como los soldados que quedaban en pie arremetian contra los manifestantes, en cuando pudo levantarse con dificultad el sargento que había recibido un tiro en el hombro se le acercó

— ¡CABO AVANCE CON LOS HOMBRES! use si hace falta fuerza letal

— ¡Si señor!

Kurt se levantó y fue con los soldados, golpeó y disparó contra todo aquel que se puso en su camino, disparo su pistola contra varios manifestantes y golpeó con su porra metálica a muchos jóvenes con ferocidad. Hasta que no hulleron la mayoría de personas no se daría cuenta de el reguero de heridos y un par de muertos que dejó tras de sí junto a sus hombres, la brutalidad de la escena no supuso ningún cargo de conciencia para él.

Revisando los heridos para asegurar que estaban neutralizados, paro frente aún joven que aún intentaba luchar y levanto su porra para darle un golpe fulminador y acabar con el de una vez pero antes de dar el golpe una chica le agarro el brazo

— Ehh...

Kurt la agarra por el cuello y la levanta...

Kurt se dio cuenta que estaba en el sector 7

— Pero que cojones...

Vio a su alrededor un grupo de antifascista apaleados y uno sangrando como un cerdo en el suelo. Volvió a mirar a la chica y sintió algo raro, la lanzó al suelo y se giró, en frente de si estaba Hans y Bernard con sus respectivas armas y ante todo lo que había ocurrido dio la orden de volver a la furgoneta y salir de ahí.

Salieron a paso rápido a la furgoneta, Kurt analizaba la situación y lo que había pasado. Una vez en ella y en dirección al punto destinado después de completar el objetivo, Hans se le acerca y se sienta a su lado

— ¿Tio que ha pasado?

— ...

— No parecías tu, bajamos de al furgoneta y derrepente te convertiste en una máquina de repartir hostias

— ¿Te acuerdas de algo que haya dicho en ese trance?

— No, estabas en completo silencio

— ¿Que mas viste?

— Cuando agarraste a esa chica, vi como si te despertatses

— Dios santo...

— ¿Era el estrés post traumático?

— Ni idea pero recordé un momento muy duro en mis 3 años en Marte

Bernard se le acercó y le pasó una pipeta con algo de wisky, Kurt accedió y le dio un largo trago y se la paso a Hans, este también bebió.

Llegaron al punto de encuentro, era una callejuela adyacente al club de alterne,al bajar recorrieron el mismo camino que cuando Hans y Kurt cuando esté primero lo llevo al sitio por primera vez, bajaron al sótano y dejaron su equipo, Hans dejo su escopeta y el cartucho que había disparado sobre la mesa

— Le dispare a uno de esos condenados

El armero le miro y sonrió

— Tranquilo, lo que hiciste lo hubiese hecho cualquiera de nosotros

Cogió la escopeta, la descargó y la limpio un poco para guardola, Bernard dejo parte de su equipo se fue arriba a la barra a pedirse algo de beber y quedarse un rato ahi, Hans le acompañó pero Kurt dejo sus cosas y se fue al vestuario ha cambiarse, volvió a ponerse la ropa con la que vino.

Se miro al espejo viendo su nuevo tatuaje, le gustaba mucho. Al acabar fue en dirección a las escaleras

— Tranquilo hijo, siempre es duro volver del infierno y fingir que uno está bien

Kurt se giró al armero y lo miro perplejo

— como... ¿Como sabes lo que ha pasado?

— Yo también he estado en el infierno

Kurt sin mediar ni una palabra más se giró de vuelta a las escaleras y se fue.

Ya en la calle se dirigió a la boca de metro más cercana bajo la luz de la luna y los neones de los locales y el sonido de las discotecas y los pubs. Cuando llegó bajo las escaleras tranquilamente y se sentó en uno de los primeros bancos que vio, se sentó y tras unos minutos esperando al metro giro la cabeza y vio a esa chica a su lado con esos ojos rojos claros  amarronados y sintió como sus pulsaciones ganaban fuerzas.