Hans y Kurt subieron varias plantas sorteando a todos los guardias, haya llegar a la entrada del despacho del jefe o trambien conocido como "Papá"
— Bueno... Es aquí Kurt, Recuerda, habla solo cuando el te lo diga
Kurt asintió con la cabeza y se aproximaron por el pasillo que desembocaba en aquel dichoso despacho, un guardia rapado, y con un uniforme negro les abrió la puerta, el despacho era amplio y tenia varios sofases, cuadros y librerías, nada fuera de lo normal, exceptuando una mesa al final amplia donde se encontraba un señor de unos 60 y algo, todavía en buena forma, los miraba fijamente
— Tu eres Kurt ¿no es así?
— Esto, si soy el mismo
— Hmmm, ya veo, tendrás muchas preguntas pero te diré una cosa, si estás aquí es porque me eres más útil que todos los reclutas que tiene la orden, ellos van a puestos bajos y van subiendo pero tú, tú vas a ir a arriba directamente
— Pero señor, ni si quiera...
— ¡¿QUIEN TE HA DADO PERMISO PARA HABLAR!? ¿Estas rechazando mi oferta?
— En absoluto, lo siento
Kurt se pone más pálido de lo que es. El viejo explota en un carcajadas que retumba en le despacho
— Tranquilo joven, solo quiero ver si en Marte te han dejado tan duro como decían, bueno sin rodeos, vas a formar parte de mis ángeles de la redención, en otras palabras, vas a formar parte de mis escuadras de liquidación, nuestra hermandad tiene cuatro y tú serás parte de la quinta, las demás hermandades y grupos aliados tienen ocho o nueve, tu escuadra no se va a dedicar a dar fuertes golpes, vais a estar con la mierda y convivir con la mierda, ¿entendido?
— Si, te entiendo
— Ahora, si estás aquí es que has accedido a formar parte de esta Familia
Sonríe levemente mientras abre los brazos
— No te vas a arrepentir, créeme chavalín no querrás dejarnos
Kurt se queda en silencio, abre los ojos más de lo normal mirando al suelo y asiente con firmeza aquel ancianos de dudosa confianza, se apoya en uno de los sillones mientras tanto Hans está sentado en uno delos sofases escuchando atentamente la conversación.
Tras unos minutos de charlas y bromas pesadas de aquel viejo, Kurt accede a tatuarse un símbolo distintivo en el brazo, para denotar su importancia en su futura escuadra
Hans se acercó a Kurt mientras le daba unos tragos a su petaca miéntras este estaba siendo tatuado por un miembro experto de la hermandad
— ¿Pica eh?
— La verdad es que si, pero es soportable
— Ese tatuaje es un poco moñas mierda ¿no crees?
ESTÁS LEYENDO
Dragón Ario
Ciencia FicciónKurt, un joven iniciado en la hermandad del "Dragón Ario" se ve metido en problemas entre su hermandad y las bandas nazis aliadas contra los grupos Comunistas y Anarquistas, tras muchos conflictos y peleas, Kurt empieza a ver cosas en la sociedad qu...