Dragón Ario

capítulo 6

Kurt sentía algo extraño y era incapaz de mirarle a los ojos, tras esos largos minutos de tormento llegó el metro y se subió, Alice se le adelanto y se sentó en un asiento para cuatro personas Kurt se sentó unos asientos detrás de ella

Se puso su braga y se acomodo en su asiento, hacia frio en todo el metro.

Se sentaron varias personas más pero en distintas puntas del vagón, le esperaba 1 hora de viaje a 500 kilómetros por hora, se puso sus auriculares, estiró las piernas y observo con detenimiento el pelo de Alice. Ese color Rojo sangre de su pelo le llamaba mucho la atención, paso parte del viaje mirando por la ventana viendo los suburbios, calles y rascacielos de aquella mega Ciudad. Volvió a mirar hacia Alice, ella estaba sujetando su móvil mientras temblaba y no por que el vagón tuviese una temperatura baja viéndolo Kurt se le acerca por detrás y pega la oreja para ver si escucha algo, cuando estaba lo suficientemente cerca escucho a un chico gritar enfadado por le móvil

— Pero que...

Alice le responde temblorosa

— Pero cari... No entiendes lo que ha pasado hoy

Se escucharon gritos repondiendola, Kurt no distinguió nada pero esos gritos no auguraban nada bueno.

Se escuchó por megafonía la parada donde Kurt se tenía que bajar, noto que la chica también se iba a bajar, se retrasó un poco al caminar para que ella le adelantarse y el poder ver qué estaba pasando. A la salida del metro había un chico esperándola, era un poco más bajo que ella, tenía gafas, el pelo rizado moreno, la recibió mirándola despetivamente, cuando empezaron a caminar el tono de ese chico empezó a subir, hasta llegar al punto de humillarla. Kurt se fijó en que iban por el mismo camino que el cogió para el metro cuando fue al Dragón Ario, tenía que mantener las distancias para no llamar la atención. Estuvo así todo el camino hasta llegar al mismo bloque donde Kurt residía, entraron los 3 por la puerta. Cuando el chaval que compañaba a Alice vio a aquel armario empotrado rubio cerro la boca y lo miro fijamente, el anciano portero estaba dormido en su silla. Entraron en silencio, el silencio incómodo era tal, que Kurt evitaba contacto visual con aquel perro sarnoso de vez en cuando miraba los ojos acristalados de Alice y cuando aquel desgraciado se daba cuenta tiraba del hombro de aquella pobre chiquilla que su mirada pedía a gritos que la sacasen de ahí.

Salieron por la puerta del ascensor aquella "Feliz" pareja giro a la derecha y Kurt a la izquierda pero este último se volvio a girar para ver a qué piso entraban para localizarlos ya que su bloque estaba formado por 15 plantas con 20 pisos en cada una

— Hmm han entrado en el piso 5D

Kurt se que do mirando hasta que la puerta se cerró y entro a su piso, el 3I.
Su piso estaba tal y como lo dejo cuando salió por la mañana, lo primero que hizo fue quitarse la ropa para ponerse su camiseta de tirantas junto unos pantalones de chándal rusos cortos despues se sentó en la cama donde su amigo felino estaba tumbado como el rey de la sabana, lo cogió entre sus brazos y se tumbó, alzó la voz

— ¡Luces fuera!

Y la luz desapareció y Kurt cerró los ojos.

Sintió como si le mordieran la mano, abrió los ojos de golpe y para ver al salvaje gato incartle los colmillos en la mano, cuando vio que estaba despierto se sentó sobre sus patas traseras y lo miro

— Eh bolita peluda ¿Que ocurre?

El gato miro hacia la puerta para después maullar. Kurt desconcertado, miro la hora y solo había dormido 2 horas, cuando dejó el móvil en la cama escucho unos gritos femeninos, miro al gato y salió corriendo por la puerta y se paró en la puerta del piso 5D, mientras iba caminando por el pasillo vio como más vecinos se asomaron, algunos ancianos y alguna que otra persona más no de tan avanzada edad, un anciano estaba en frente de la puerta 5D